En el siglo XXI los directivos del mundo digital han alcanzado la misma cotización mediática que las estrellas de Hollywood. Cualquiera que pasase ayer frente a la Morgan Library de Nueva York podría haber pensado que dentro se escondían Nicole Kidman o Penélope Cruz.
Los votantes de los Grammy han realizado nuevamente un prodigio de equilibrio. En la ceremonia desarrollada en la madrugada de ayer en Los Ángeles, han derramado sus bendiciones -cinco premios- sobre una obra clasicista, Raising sand, exquisita colaboración entre la renovadora del bluegrass Alison Krauss y el británico Robert Plant.
Sólo Hungría tiene, según los datos ofrecidos ayer por el Observatorio Audiovisual Europeo, peores cifras de asistencia a las salas que España. En 2008 se han vendido 108 millones menos de entradas al cine. Es decir, una caída del 7,6%, la cuarta consecutiva.