No es sólo una cuestión de nombre o de tamaño. Hablamos de los viejos tebeos, de los cómics de toda la vida, que bajo una nueva denominación -novela gráfica- y un formato diferente -más pequeño y más grueso- han cambiado el mercado de la ilustración, atrayendo nuevos lectores y, sobre todo, han comenzado a ocupar un espacio en las librerías literarias.
Una salva de flashes digitales y aullidos sirvió ayer de insospechada traca inaugural al Hay Cartagena de Indias, sucursal caribeña y benigna de "la gran fiesta galesa de las palabras".
Nadie mejor que un poeta para resumir verdades con tres pinceladas. "Se llevaron el oro y nos dejaron el oro, se lo llevaron todo y nos dejaron todo, nos dejaron las palabras". Pablo Neruda escribió lo anterior. Es obvio de quién y de qué hablaba.