Bergman reside en Aspen, Colorado
Los antiguos dueños de una veterana sala de cine se quedan, tras varias batallas legales, con los derechos en EE UU de toda la filmografía del maestro sueco
Aspen (Colorado) y Suecia tienen mucho en común. Además de la respuesta obvia, la nieve, también está la pasión por el cine que comparten esta localidad estadounidense de montaña, sede de cerca de media docena de festivales que sueñan con convertirse en un nuevo Sundance, y la cuna europea de algunos de los mejores realizadores del séptimo arte como Ingmar Bergman. A partir de ahora Aspen es también la sede del cine sueco en EE UU. Allí residen los propietarios, tras una larga batalla legal, de la práctica totalidad de la filmografía del país europeo. Un catálogo de más de 1.200 películas que incluye toda la obra de Bergman, además de títulos de otros autores suecos como Lasse Hallström -que luego ha hecho carrera en Hollywood con títulos como Las normas de la casa de la sidra- o Bo Widerberg.
Todos ellos son ahora propiedad de la firma Isis Litigation LLC, después de que tanto el Tribunal de Apelaciones como el Tribunal Supremo de Colorado coincidieran con el veredicto inicial a favor de la compañía estadounidense en su juicio contra Svensk Filmindustri, el gigante del cine sueco. Una batalla legal que ha durado más de ocho años y que comenzó por culpa de la reforma de los cines Isis de Aspen, un teatro que abrió sus puertas en 1915 y que ahora -todavía en funcionamiento- ni siquiera pertenece a los mismos dueños.
En 1997 el gigante sueco era copropietario de la cadena Resort Theatres of America, especializada en cines en localidades conocidas por ser el segundo hogar de los ricos y los famosos. Svensk sirvió de aval para animar a los entonces dueños de los cines Isis a una costosa reforma que convirtió el edificio histórico en un multicine de cinco salas. Tres años más tarde, Resort se declaró en bancarrota, Svensk se negó a pagar la obra y empezó la contienda legal. La compañía sueca ha dado siempre la callada por respuesta mientras que los diferentes jueces daban la razón a Isis y ordenaban la entrega de todo el fondo de películas suecas a la compañía estadounidense para que pudieran cobrar los, a estas alturas, 10 millones de dólares (7,7 millones de euros) en daños y perjuicios.
¿Cuánto valen las películas de Bergman? Su valor cultural es incalculable, como la de muchos de los otros títulos incluidos en este listado. Por el momento en la página web SwedishClassicFilms.com sólo aparecen unos 250 títulos de los más de 1.200 de este fondo, por lo que se desconoce la lista completa.
Como afirmó en la prensa local Laura Thielen, directora ejecutiva de Aspen Film, entidad organizadora de las diferentes muestras cinematográficas en la ciudad, "la colección de películas es un tesoro. Es la historia de Suecia, su legado cultural en el campo del cine". Sin embargo, a la hora de sacarles una rentabilidad material, su valor está en el aire. La web lleva desde diciembre ofreciendo la venta en DVD de muchos de estos títulos y según confirmó a The New York Times el abogado de Isis, Jack L. Smith, la firma ya ha recibido unos 520.000 dólares por la distribución en DVD en EE UU de algunas de estas obras. El siguiente paso, la venta para exhibición de este catálogo del cine sueco, se presenta mucho más complicado. A pocas firmas, a excepción de distribuidoras especializadas en películas clásicas o extranjeras, les puede interesar la compra.
Y sigue en el aire la verdadera repercusión de esta decisión legal. Según declaró a Variety un ejecutivo de Svensk, puede existir un problema de jurisdicción que signifique que "una decisión en Colorado no tenga valor en Suecia". Incluso si queda probada la propiedad de Isis sobre este catálogo cinematográfico, el copyright en su poder puede ser no exclusivo, lo cual disminuye todavía más su valor. Como se pregunta The Aspen Times: "¿Saldrán beneficiados los cinéfilos? Quién sabe".En su 'web' ya comercializan 250 filmes suecos, de un catálogo de 1.200
Babelia
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