"Los llamo mis niños. Son cinco embarazos a tamaño real"

Desde que comenzó la legislatura, el PP huye del asunto del aborto. Cada vez que se le pregunta en una entrevista, Mariano Rajoy insiste en que éste es un debate "artificial" que "nadie reclama". La explicación es sencilla: su partido, heredero de la AP y la parte democristiana de la UCD que votó en contra del aborto en 1985, está dividido sobre este asunto. Y eso genera contradicciones constantes. Así ha quedado en evidencia en la subcomisión de estudio que concluyó la semana pasada en el Congreso de los Diputados. Mientras la posición oficial del PP es que no hay que tocar la ley -en sus ocho años de Gobierno no cambió una coma-, la mayoría de los comparecientes propuestos por los populares se han mostrado claramente contrarios a la ley actual, al aborto en general e incluso algunos, como Benigno Blanco, del Foro de la Familia, han pedido una moratoria de la despenalización. Éstos son algunos de los pasajes más significativos.

- Esperanza Puente (portavoz de Red Madre) narró con gran dramatismo que ella misma abortó a finales de los ochenta, después de haber "entrado como un torete en la puerta de chiqueros" en el ambiente de la "movida madrileña dominada por el alcohol, los porros y el sexo". El trauma que le dejó aquello, contó, le ha llevado a viajar por el mundo tratando de convencer a otras mujeres para que no lo hagan. Entonces, Puente sacó de su bolso cinco muñecos. "Me acompañan desde hace un año, los llamo mis niños. Son cinco embarazos a tamaño real en peso y en medida, y no se asusten porque no son de verdad, son muñequitos hechos a tamaño real, que pertenecen al primer trimestre de embarazo", sentenció para estupor de algunos miembros. La portavoz del PP, Sandra Moneo, dijo que era "una de las intervenciones más ilustrativas y más impresionantes" de la subcomisión.

Puente dejó claro que estaba en contra de cualquier ley, también de la actual. "Cualquier tipo de legislación que regule el aborto nos va a hacer daño, cualquiera, me da igual que sea una ley de plazos, que sea una ley que despenalice los supuestos que sean". Pero sobre todo trató de demostrar que a las mujeres se las fuerza a abortar. "Me ha llegado un caso de una niña de 22 años en Barcelona que se dedica a ver bebés abortados por Internet y no puede evitarlo. Hace un mes que ha abortado. La engañaron, le dijeron que no se preocupara, que no pasa nada, que ya tenía bastantes problemas, porque tiene tres hijos, y que le iban a solucionar el problema en... -me río porque es que es irónico- ... el Departamento de Salud y Familia. Le pusieron en bandeja de plata el dinero y todos los argumentos fáciles para que fuera como cordero al matadero". Después de señalar que los adolescentes llegan al sexo "como animalitos" y cuando ella les pregunta qué es la abstinencia "no tienen ni idea", concluyó que el aborto también es un problema económico para el país: "Económicamente es una pérdida que haya más de un millón de muertos en España", y defendió que el 50% de la decisión sea de los hombres porque ellos "también lloran" y el "disfrute de las relaciones sexuales" es de los dos.

- Benigno Blanco (presidente del Foro de la Familia) dejó clarísimo su oposición a la actual ley, la que defiende el PP. "Con ella se ha consumado un trágico abandono, tanto de los derechos del niño no nacido como de los derechos de la mujer. Con esta ley no se ha protegido ni al uno ni a la otra". Para Blanco, "la despenalización parcial del aborto es una solución machista que a costa de la mujer hace al hombre irresponsable de su conducta sexual y de sus consecuencias. En la vida real la posibilidad legal del aborto se ha convertido en una forma de violencia de género, de chantaje a la mujer en las relaciones de pareja con mucha frecuencia". Blanco, preguntado por la socialista Carmen Montón, criticó a la ONU y al Consejo de Europa: "Me da mucha pena lo que está haciendo Naciones Unidas en Latinoamérica, están interpretando estos documentos en clave de legalización obligatoria del aborto. Y del Consejo de Europa por supuesto que discrepo de su última recomendación en la materia, creo que se ha salido de su tradición histórica y de su compromiso estatutario de defender los derechos humanos". Cuando le preguntó por una niña nicaragüense de nueve años violada, él sentenció: "No me gusta hablar de casos concretos, pero yo no aconsejo el aborto nunca". Por último, Blanco defendió la moratoria: "Yo la defiendo, es una idea interesante. ¿Debería haberla pedido el PP? Ojalá". Blanco fue secretario de Estado del Agua con el PP.

- Eduardo Hertfelder (presidente del Instituto de Política Familiar de la Comunidad de Madrid) fue también muy claro en contra de la despenalización: "El aborto se ha convertido en la principal causa, no solamente de mortalidad, sino de violencia contra la mujer que se ve abocada al aborto. La principal causa de violencia contra la mujer es aquella que le hace abortar porque no tiene ayudas económicas, psicológicas, sociales, culturales, etcétera. Estamos hablando de que serán más de 1.200.000 los que se hayan acumulado en 2007. Los abortos que se producen durante 15 días en España servirían para cubrir la demanda anual de adopción internacional". Además, propuso la revisión de la ley, precisamente lo que no quiere el PP, para hacerla más restrictiva. "Los efectos de un coladero como la actual ley no se evitan con el desarrollo de una que sea un coladero mayor. Hay que revisar la ley actual y eliminar el supuesto riesgo psicológico", señaló entre otras medidas como apoyo a la maternidad con el adelanto de los 2.500 euros a las embarazadas a partir de la semana 22.

- Francisco Gabaldón (ex presidente del Tribunal Constitucional) es uno de los miembros más conocidos del Foro de la Familia y aprovechó su comparecencia para criticar la campaña de Sanidad sobre el uso del condón, dirigida a adolescentes. Pidió su retirada y aseguró que, en su opinión, la educación sexual debería resolverse en el ámbito familiar. Gabaldón también se mostró en contra del aborto. "Sorprende que en una situación de fraude generalizado de la vigente ley, por parte de los particulares y de las clínicas, y en el contexto de una carrera desenfrenada del número de abortos inserta en una demografía en claro declive, se pretenda una reforma legal que otorgará más facilidades para abortar con la apariencia de reconocer un pretendido derecho de la mujer. Con ello se la va a hacer víctima, junto al niño no nacido, de todas las consecuencias de un embarazo no deseado, y no sólo del síndrome postaborto". Además, sostuvo que cualquier aborto a partir de la semana 22 es un "infanticidio".