Tom Cruise 'resucita' en la piel del asesino fallido de Hitler
'Valkiria', de Bryan Singer, es una de las grandes apuestas de Hollywood en Navidad
Tom Cruise, la superestrella de Hollywood que antaño se ganó el respeto de la industria como emperador de las taquillas, por su buen hacer interpretativo y su olfato para escoger proyectos firmados por grandes directores, busca desesperadamente la resurrección. Y como todo en Hollywood, la última palabra está en manos del público, que a partir de mañana, con el estreno de Valkiria, de Bryan Singer, decidirá si este actor de 46 años, caído en desgracia publicitaria hace ya tres temporadas, ha conseguido redimirse.
Basada en la historia real del intento fallido de asesinato de Hitler a manos de un grupo de militares alemanes encabezados por el coronel Claus von Stauffenberg -el héroe, al que Cruise da vida-, esta película es la primera superproducción que sale de la factoría de United Artists desde que el actor se convirtió en uno de sus máximos productores ejecutivos hace dos años. También es el primer filme que protagoniza desde Misión: Imposible III, en 2006, cuyo estreno entonces se vio enturbiado por su precipitada salida de Paramount, productora a la que llevaba asociado 14 años y cuyo entonces jefe supremo, Sumner Redstone (presidente del conglomerado mediático Viacom, propietario de aquella productora), prescindió de sus servicios al grito de "el comportamiento de Cruise es intolerable". Se refería al oscuro rastro que dejaron inquietantes y estrafalarias declaraciones de Cruise relacionadas con la Iglesia de la Cienciología y, sobre todo, a la polémica suscitada por su indescriptible anuncio de amor hacia Katie Holmes, realizado dando saltos sobre un sillón en el programa de Oprah Winfrey.
"No es otra película sobre el Holocausto, esto es puro suspense"
"Nunca me he ido. He estado ocupado con mi hija Suri y rodando"
Aquellos episodios generaron ríos de tinta sobre el estado mental de Cruise, quien mientras llegó a decir que Brooke Shields era una tarada por tomar y defender los antidepresivos, ya que, según la Cienciología, la psiquiatría no es una ciencia y hace daño.
Pero esas turbulencias del pasado de Cruise, al director Bryan Singer sin duda le importaron poco, puesto que gracias a él el presupuesto de Valkiria pasó de apenas 14 millones de euros a 64 millones. "Tenía ganas de hacer una película pequeña pero no lo ha conseguido", bromeó durante una rueda de prensa en Nueva York en referencia a sus últimos proyectos, X-Men 2 y El regreso de Superman. Aun así, quizá precisamente por la presencia de Cruise, lo que arrancó como el esperado proyecto reencuentro entre Singer y Christopher McQuarry, guionista de Sospechosos habituales (el filme que catapultó a Singer en los noventa), se ha transformado en un culebrón mediático analizado con lupa desde su arranque.
Para contrarrestar la mala prensa generada por denuncias de extras heridos en rodaje, la prohibición inicial de Alemania de permitir filmar en localizaciones originales por estar Cruise (y por extensión la Cienciología) y rumores sobre las dificultades para editar la película, Cruise y Singer aparecieron juntos la semana pasada en Nueva York y ofrecieron una rueda de prensa en la que el actor se dejó la piel en parecer simpático, agradable y, sobre todo, normal. Fue sorprendente verle en acción, saludando personalmente y con atención exquisita casi a cada uno de los presentes en la sala, incluidos varios camareros y prodigándose en atenciones que consiguieron su efecto: la prensa estadounidense, por primera vez en años, volvió a hablar de él con cierto respeto. Y las críticas del filme tampoco han sido malas.
Durante el encuentro, Cruise se esforzó por reconducir cualquier pregunta hacia una película en la que también participan intérpretes como Kenneth Brannagh o Tom Wilkinson y que insistió en definir, como "un thriller de suspense sobre cómo matar a Hitler". Y el bonus: "Lo que contamos en ella ocurrió de verdad. No es otra película sobre el Holocausto, esto puro suspense, aunque conozcamos el final de antemano".
Y sin llegar a entrar en detalles, Tom Cruise consiguió decir unas cuantas cosas clave con las que parecía querer hablar al oído de la industria: "Esta película es sobre todo entretenimiento. Eso es lo que a mí me mueve a trabajar en esto. Las películas no hay que hacerlas pensando en 'nosotros los actores y productores', sino en el público. Eso es lo importante".
Preguntado si consideraba Valkiria su retorno, Cruise subrayó claramente que no, que él nunca se ha ido. "He estado ocupado con mi hija Suri [nacida hace dos años] y rodando pelis". Entre ellas, Tropic thunder, una guerra muy perra, una irónica comedia sobre los egos de Hollywood y las películas bélicas dirigida por Ben Stiller y por la que Cruise es candidato al Globo de Oro en un papel en el que, demostrando su sentido del humor, interpreta a un productor absolutamente loco.
Babelia
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