El ministro tiene un plan

Hay una fijación de César Antonio Molina desde que llegó al ministerio: realzar las cifras que acompañan a las letras. La cultura es un buen negocio, afirma a menudo. Y hay otra ambición sobre la que ayer se explayó: coordinar la gestión cultural en el exterior. Ambas cosas se dan la mano en el Plan de Fomento de Industrias Culturales, al que se destinarán 30 millones de euros en 2009. "En el Ministerio de Cultura la palabra industria no aparecía, pero la cultura es una gran industria de la cual tenemos que ocuparnos", dijo Molina por la mañana.

Por la tarde fue más parco y se limitó a enumerar, una por una, las líneas de ayuda que figuran en el nuevo plan y a recordar que, sumado a todas las medidas de fomento de las industrias culturales en 2009, significa que absorberán 297 millones de euros, casi un tercio del presupuesto de Cultura.

Entre los objetivos del plan, que ha implicado al Instituto de Crédito Oficial (ICO) y al Ministerio de Educación, se pretende "favorecer la internacionalización" de las industrias culturales, "fomentar el talento" y ampliar las ayudas de Cultura a nuevos sectores, como la moda, la arquitectura o el diseño. Especial mimo recibirán iniciativas innovadoras y relacionadas con las nuevas tecnologías e Internet. Para ayudar a las empresas a salvar el escollo financiero, se podrá subvencionar el coste de los avales para obtener préstamos y optar a créditos a tipo de interés subvencionado para poner en marcha nuevos proyectos por parte de medianas y pequeñas empresas.

En esta coyuntura de agonía financiera y de cierre del crédito a las empresas, Guillermo Corral, director general de Política e Industrias Culturales, destacó que las herramientas del nuevo plan de Cultura ayudarán a las empresas a sortear mejor las reticencias de los bancos. No considera, sin embargo, que sea el cultural el sector más castigado. "La cultura no está yendo mal porque en época de crisis funciona como un valor refugio. Los problemas de crédito afectan sobre todo a las industrias pequeñas, pero suele ser algo consustancial a la actividad", explicó Corral.

La partida más jugosa del plan es la de ayudas reembolsables (22 millones) para financiar proyectos para consolidar, internacionalizar y formar profesionales de las industrias culturales. Además, se crean las becas Culturex para formar a jóvenes profesionales en gestión de programas culturales en el exterior. Para 2009 habrá 12 becas en lugares como el Centro Pompidou (París), Barbican (Londres) o el Festival de Aviñón.