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El PSE se plantea ofrecer al PNV un acuerdo previo sobre la fusión a tres

Sectores empresariales han pedido a los dos partidos que agilicen la operación

El País

El PSE-EE baraja la opción de trasladar a la dirección del PNV con anterioridad al período electoral de las próximas autonómicas de marzo una propuesta sobre la integración de las tres cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital). Los dos partidos mayoritarios han venido recibiendo en los últimos días mensajes coincidentes sobre la necesidad de abordar esta operación financiera después del fracaso de la fusión a dos. Además, la propia Confebask ya se ha decantado públicamente por el acuerdo entre las tres cajas, urgiendo a no dilatarse en el tiempo.

Los mensajes más reveladores del sector empresarial han procedido de Vizcaya y los dos partidos mayoritarios los conocen. En Álava, algunos industriales han acogido "con alivio" el fracaso de la fusión BBK-Kutxa porque así entienden que se da pie a una integración menos traumática de la Vital.

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En cierta conexión con el planteamiento empresarial, los socialistas quieren abordar la integración de las cajas en dos fases. De entrada, la más inmediata, allanar el camino con el PNV e, incluso, dejando una puerta abierta a la incorporación del PP para encarrilar el proyecto con anterioridad a las elecciones de marzo de 2009. Una vez celebrados estos comicios, encarar, vía Parlamento de Vitoria, la reforma de la actual Ley de Cajas, cuya tramitación no sería prolija si partiera de un escenario de consenso mayoritario. La propuesta socialista de un acuerdo previo sería difícilmente rechazable por el PNV ya que esa respuesta podría entenderse en clave electoral; es decir, un giro de 180º grados al escenario vivido desde el pasado verano.

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Con su decisión de abordar la fusión a tres sobre una base política sólida, Patxi López zanja así los movimientos pendulares protagonizados por su partido en esta espinosa materia en los últimos tres años y que le han supuesto duras críticas sobre todo desde el PNV y del PP. El líder de los socialistas vascos no había jugado hasta ahora un papel estelar en cuestión de fusiones. De hecho, algunas declaraciones de Txarli Prieto, responsable del socialismo alavés, hicieron pensar más de una vez que cada territorio disponía de su propia estrategia en función de intereses electorales.

A medida que avanzaba hacia su desenlace el proyecto BBK-Kutxa, López, sin embargo, marcó la línea a seguir por el PSE-EE, muy posiblemente aceptando como hilo argumental los postulados, principalmente, de Gregorio Rojo, presidente de la Vital, y de Iñaki Arriola, que ha desempeñado un papel estelar desde Guipúzcoa con una oposición sin fisuras. En su haber figuran las mociones en los ayuntamientos de este territorio con mayoría socialista en contra de la "operación financiera propiciada por el PNV", así como el buzoneo de miles de folletos en la misma dirección y la solicitud del voto secreto en la votación de los consejeros en la asamblea de Kutxa han apuntalado al sustituto de Miguel Buen.

El propio Arriola y los socialistas más significados han huido de cualquier exhibición triunfalista por la derrota de la fusión BBK-Kutxa. Eso sí, todos ellos han aprovechado la coyuntura para aguijonear a Joseba Egibar por su reconocido fracaso en la negociación que ha abocado al fracaso de la iniciativa y, sobre todo, porque el voto guipuzcoano se antoja decisivo en las próximas elecciones. Pero inmediatamente han construido su mensaje en favor de la integración de las tres cajas para perfilar una imagen en positivo. Hay quien subraya, por ejemplo, el hecho significativo de que el presidente de la Vital apenas participó del ágape que se sirvió con motivo de la visita de los Príncipes de Asturias a Vitoria porque coincidía con la celebración de la trascendental asamblea de Kutxa, donde naufragó la fusión.

Así, los socialistas quieren subrayar, desde el acuerdo previo, la configuración más empresarial y menos política de la futura caja resultante de la integración. Para ello, incluso, han empezado a aplicar un lenguaje menos excluyente y más proclive a la paridad en un intento de evitar tensiones que dinamiten ya de entrada el entendimiento.

En el PNV, la experiencia de la frustrada fusión a dos ha permitido sacar conclusiones inmediatas en sus organizaciones de Vizcaya y Álava sin recurrir a debates públicos para no ahondar en la herida abierta. El propio Iñigo Urkullu ofreció su talante más constructivo para "sumar", aguando las declaraciones previas de Egibar. A su vez, Iñaki Gerenabarrena, en su doble condición de presidente del ABB y vicepresidente de la Vital, está convencido de que la modificación de la Ley de Cajas "nunca será un obstáculo" para alcanzar un acuerdo a tres bandas.

En la actual posición de Gerenabarrena no se puede olvidar la repercusión política que conlleva para los intereses del PNV en Álava su postura sobre el futuro de la Vital. En círculos empresariales de este territorio se ha llegado a valorar, bien es verdad que con un carácter incipiente, el impacto estratégico que supondría un pronunciamiento conjunto de las dos entidades fundadoras de la caja alavesa (Diputación y Ayuntamiento de Vitoria) en favor de una integración de las entidades vascas a pesar de su opuesta adscripción política.

Gregorio Rojo (a la izquierda), Txarli Prieto y Patxi López, al día siguiente del atentado de ETA contra la sede corporativa de la Vital.
Gregorio Rojo (a la izquierda), Txarli Prieto y Patxi López, al día siguiente del atentado de ETA contra la sede corporativa de la Vital.PRADIP J. PHANSE

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