El Festival de La Habana bendice el cine comercial con la proyección de 'El Che'
La industria y el mercado ya no son actores secundarios, sino protagonistas del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, que este año celebra su 30º aniversario. El certamen, desde su inicio inclinado al compromiso político y a lo ideológico, apuesta este año por la renovación y la creación de espacios para estimular la realización, promoción y explotación de películas en el competitivo escenario internacional. Benicio del Toro y las dos películas de Steven Soderbergh en las que encarna al Che Guevara -El argentino (ya estrenada en España) y El guerrillero- son los caramelos del festival.
Al certamen, inaugurado el martes, se presentan en concurso 20 largometrajes de ficción y 22 óperas primas, pero son los filmes sobre el Che los que más expectación han generado, por razones obvias: por ser Guevara un héroe nacional en la isla y por estar vivos buena parte de los personajes, empezando por Fidel y Raúl Castro. Del Toro llegará mañana a La Habana para asistir a la presentación especial de las películas en los dos cines más grandes de la capital, el Yara y el Carlos Marx, este último con capacidad para 5.000 espectadores.
Es significativo que el festival por primera vez haya dedicado un apartado al sector de la industria. E importante. El miércoles comenzó el seminario Filmes iberoamericanos cruzando fronteras, auspiciado por la Fundación Autor y el Instituto Buñuel, a imagen y semejanza de los Crossing borders realizados con anterioridad en Europa y en el festival de Guadalajara. El curso tiene fuertes contenidos de marketing y de pitching, la estrategia para presentar y vender un proyecto audiovisual, y a esta primera edición asisten 25 proyectos, ocho de ellos cubanos.
Según el cineasta español Manuel Gutiérrez Aragón, que inauguró el seminario, es "interesante" que Cuba haya pedido que se celebre un encuentro "que es rabiosamente de mercado". También es relevante la creación de un Mercado de Audiovisuales Cubanos, que surge como posibilidad para la compra de derechos de distribución y exhibición en la isla de obras producidas de forma independiente. "Supone aceptar que el cine ya no es monopolio del Estado; y que la realidad es que cada vez va a haber más proyectos autónomos", opina Aragón. También por primera vez se realiza un taller de guión en el marco del festival y se da un premio de posproducción para financiar obras que requieren de apoyo para su terminación.
Argentina, Brasil, México y Cuba son nuevamente las cinematografías más representadas en el festival. Concursan tres largometrajes cubanos: Kangamba, de Rogelio París, sobre la guerra de Angola; Omertá, de Pavel Giroud, y El cuerno de la abundancia, la última comedia de Juan Carlos Tabío. También en concurso está Fuera de Liga, del director cubano Ian Padrón, que tuvo que esperar cinco años a que se levantara la censura sobre su documental, una historia sobre béisbol en la que son entrevistados jugadores cubanos que han triunfado en Estados Unidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.