Colombia exige en la calle la libertad de los secuestrados

Bajo el lema "Navidad en libertad. Por la liberación de los secuestrados de las FARC", cientos de miles de colombianos volvieron ayer a tomar las calles del país para reclamar la liberación de los secuestrados, en respuesta a la convocatoria lanzada por Ingrid Betancourt, rehén de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) durante seis años.

Vestidos con camisetas blancas con la leyenda "Colombia soy yo", los manifestantes desfilaron en 250 municipios del país. Hubo concentraciones también en varias ciudades del mundo, entre ellas Madrid, donde la marcha, celebrada en la plaza de Colón, estuvo encabezada por la propia Betancourt, acompañada por el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón.

Moratinos y Ruiz Gallardón arroparon en Madrid a la ex rehén de las FARC

"Que se decidan como yo, que traigan a otros secuestrados". Este llamamiento a las FARC lo hizo Isaza, el ex guerrillero que huyó hace un mes con el rehén Óscar Tulio Lizcano. Isaza fue uno de los primeros en llegar a la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá. Según las cifras oficiales, al menos 2.800 personas secuestradas entre 1996 y 2007 permanecen aún cautivas. Más de 700 están en poder de las FARC, entre ellos los 25 canjeables con los que la guerrilla pretende la libertad de sus combatientes en prisión.

La de ayer fue la menos concurrida de las tres marchas celebradas este año contra el secuestro. No hubo ríos de gente en calles y avenidas. Hay una explicación. Las anteriores -el 4 de marzo y el 20 de julio- se realizaron cuando los ánimos estaban caldeados por las noticias: las pruebas de las condiciones inhumanas en que vivían los rehenes y la euforia causada por la Operación Jaque, que devolvió a la libertad a Ingrid Betancourt y 14 rehenes más.

Ayer, sin embargo, la manifestación fue numerosa y emotiva. Marcharon de la mano ex secuestrados, ex guerrilleros, estudiantes, sindicalistas y familiares de desaparecidos y secuestrados. "Fue una marcha solidaria, pacífica, bonita. Toca inventarnos nuevos mecanismos para seguir repudiando el secuestro y las violaciones de derechos humanos", dijo Olga Lucía Gómez, directora de la Fundación País Libre.