La niña bonita de Scorsese

A los realizadores argentinos no hay quien los pare. A los Luis Puenzo, Eduardo Mignogna, Adolfo Aristarain o Juan José Campanella les llegó el relevo con Daniel Burman, Pablo Trapero, Lucía Puenzo o Lucrecia Martel. En el certamen de Gijón, además de un ciclo dedicado a Martel, se proyectan películas de otros tres creadores posmartelistas, el debutante Pablo Agüero (Salamandra), el irredento y siempre vanguardista Lisardo Alonso (Liverpool) y la joya de la corona, Celina Murga, que además de concursar en Gijón con Una semana solos es la envidia de los creadores cinematográficos... porque este año, a Murga (Paraná, 1973) la tutela Martin Scorsese.

"No creo que Trapero, Martel o yo seamos tan diferentes, aunque es cierto que ellos han tenido más repercusión internacional". Pero ninguno de los dos ha sido escogido en la Iniciativa Rolex, en la que cada año, en diversas disciplinas científicas y artísticas, un veterano apadrina a un novato. En la disciplina de cine, le tocó el turno a Martin Scorsese. "Recibí una carta diciéndome que era una de los 25 potenciales protegidos de todo el mundo y me pedían el currículo y material. Eligieron a tres: un chico de Malasia, una chica libanesa y yo. En primavera Scorsese nos entrevistó: 45 minutos de charla sobre cine, sus películas, John Cassavetes y Rosellini. Estuvo muy bien: su manera de conectar con la gente es el cine. Y yo también provengo del ver, ver, ver. 15 días más tarde me telefonearon a Buenos Aires". Scorsese la había escogido. Así que durante abril y junio Murga pasó dos temporadas en el rodaje de Shutter island, un policiaco protagonizado por Leonardo DiCaprio. La argentina se sentaba al lado del monitor y sólo hablaba cuando el neoyorquino lo hacía. "Y lo hacía mucho. Aprendí lo importante que es la complicidad con el equipo, el trabajo en común, y a la vez seguir tu propia voz". Murga recuerda un montón de conversaciones del maestro americano, al que volvió a ver en octubre en Nueva York, enfrascado en su montaje.

"Le llamó la atención mi luminosidad", dice la directora de 'Una semana solos'

Mientras, ha seguido moviendo su segundo filme, Una semana solos, los siete días de libertad alocada que viven un grupo de primos y primas de menos de 14 años, a los que sus padres dejan solos en una mansión, al cargo de una criada, dentro de una urbanización de lujo amurallada. De la libertad pasan al libertinaje, y sus incursiones en otras casas se convierten en pillaje.

"Nunca he pensado que los niños tenían que pagar sus culpas. Son víctimas del contexto adulto. Me interesaba señalar la situación que viven". Se mueven dentro de una jaula de oro. "Visité uno de esos barrios y me impresionaron aquellos críos, su actitud de pequeños adultos. Tengo una niña de tres años y sé que me imita, pero dentro de esa jaula todo está muy controlado y marcado: los adultos están presentes por ausencia". Pero más que este estupendo trabajo, a Scorsese le interesó su debut, Ana y los otros. "Me habló mucho de cómo relacionaba el medio ambiente con los protagonistas y le llamó la atención mi luminosidad". En enero, Murga visitará a Scorsese y le enseñará el guión de su próximo proyecto, un drama sobre un hijo despreciado que mata a su padre. Drama, violento, todo muy scorsesiano ¿Y si no le gusta? "Le escucharé y haré lo que quiero. Es lo que me han enseñado".

''ET es más intelectual que mis películas''