Argilagos habla por primera vez y se declara "asombrado" por su imputación
El arquitecto del Museo Balenciaga defiende la validez de su titulación
"Voy a colaborar". El arquitecto cubano Julián Argilagos, el cuestionado autor del proyecto del Museo Balenciaga e imputado por la fiscalía de San Sebastián, junto al ex alcalde de Getaria, Mariano Camio, mostró ayer desde Florida (EE UU) su disposición a contribuir al esclarecimiento de los hechos que investigan tanto el Parlamento vasco como los tribunales.
Argilagos, en unas declaraciones realizadas a EL PAÍS a través de correo electrónico, se declara "asombrado" por "la querella criminal contra mi persona". "Nunca se me hizo contrato personal; fueron con las que compañías que represento como presidente", precisa. El proyecto, firmado "por el señor Mikel Alonso [arquitecto colegiado en San Sebastián], representando a Hemen Fashion Art, se hizo siendo yo miembro del American Institut of Architects, con título reconocido, así que no se cometió ninguna violación legal", sostiene.
Argilagos deriva responsabilidades a ex cargos y patronos de la Balenciaga
El arquitecto, al que la comisión de investigación del Parlamento espera recibir el próximo miércoles, y a quien se atribuye que cobró indebidamente casi medio millón de euros por trabajos no realizados, deriva responsabilidades hacia ex cargos de la Fundación Balenciaga, entre ellos su secretario general hasta marzo de este año, Manuel Cabrera.
Argilagos acusa a Cabrera, entre otras cosas, de haber contratado a empresas en las que trabajaba su hijo.
También achaca a patronos de la Fundación haber utilizado dinero destinado a la construcción del edificio para sufragar salarios o viajes, o para la limpieza y mantenimiento derivados del uso de prendas de su propiedad, depositadas en la Fundación.
Manuel Cabrera, que dejó su cargo a principios de este año, explicó a este periódico que esos trabajos eran obligación de la Fundación, no sólo en el caso de las donaciones, sino también en el de los depósitos, según los contratos firmados con los propietarios. Cabrera negó haber realizado ningún contrato con las empresas de su hijo. Sí admitió haberle pedido asesoramiento para organizar una cena de gala de presentación de la Fundación y búsqueda de mecenazgos, que se celebró en en el Casino de Madrid. "Pagó la Chrysler", aseguró.
El Ministerio de Cultura concedió ayer 1.063.000 euros a la Fundación Balenciaga para "gastos de funcionamiento y cancelación del déficit de gestión". El ministerio explicó a este periódico que se trata de una parte de los tres millones previstos para inversiones en 2008, que cambia de objeto. La Fundación sólo lo recibirá si antes de fin de año devuelve los 750.000 euros desviados en 2006. De otro modo, la subvención decaerá, como el año pasado.
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