La Generalitat y el Gobierno central buscan un pacto para salvar a Nissan

La cumbre Gobierno-Generalitat para abordar el futuro de la automoción y la crisis de la industria finalizó ayer con el acuerdo de ambas administraciones de coordinarse para trabar por el futuro de Nissan. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, se comprometió ante el consejero de Innovación, Josep Huguet, a crear antes de diciembre un grupo de trabajo a tres bandas, en el que también participe la multinacional, que tiene intención de despedir a 1.680 trabajadores en Barcelona, casi el 40% de su plantilla, hasta 2009.

La principal apuesta del grupo nipón para los emplazamientos que tiene en Europa es el coche eléctrico, a cuya fabricación optan las plantas de Barcelona y Valladolid (Renault). Pero no sólo es un tema de Nissan, ni una solución inmediata. La fábrica de la Zona Franca lo está sufriendo antes por su especialización en todoterrenos, que notan más que cualquier otro modelo el fuerte frenazo de las ventas: contaminan más y eso se paga. Las que están especializadas en utilitarios tienen unos años más de recorrido.

"Como Montilla vuelva de Japón sin nada, habrá lío", avisa un sindicalista

Pero Huguet está convencido de que el futuro del automóvil en Europa pasa, a partir de 2014, por los automóviles que no contaminen, incluidos los de gama baja. Y el ministro también, puesto que quiere que en ese año circulen por España un millón de coches verdes.

Por ese motivo, el Gobierno tiene intención de reunirse antes de Navidad con las nueve comunidades autónomas que tienen plantas de automóviles para abordar la introducción del coche eléctrico.

Éste fue el segundo acuerdo de la reunión, en la que también estuvieron presentes el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, y la consejera de Trabajo, Mar Serna. En el encuentro, que se celebró en el Palau de la Generalitat durante una hora, la consejera propuso al ministro la posibilidad de que los trabajadores afectados por suspensiones de trabajo temporales no consuman la prestación de paro y puedan poner el contador a cero, en línea con la voluntad expresada ayer en este sentido por el secretario general de la UGT de Cataluña, Josep Maria Álvarez.

Coincidiendo con el cónclave, un millar de trabajadores de Nissan se manifestaron en la plaza de Sant Jaume para reiterar al Gobierno catalán que no apruebe el expediente de regulación de empleo (ERE) de Nissan, con gritos en contra del presidente de la Generalitat, José Montilla, y del máximo ejecutivo de la multinacional en España, Fumiaki Matsumoto.

El comité de empresa, que mañana se volverá a reunir con la dirección con la mediación de la Generalitat, reitera que no piensa negociar hasta que Nissan retire el ERE. Los sindicatos emplazaron a Montilla a que aproveche su próximo viaje a Japón para arrancar algún acuerdo a la multinacional. "Como vuelva con las manos vacías, habrá lío", advirtió un trabajador.