Delicado buqué

Recaredo es un fuera de serie, capaz de conseguir admiraciones y rechazos al cincuenta por ciento. Es el reinado de la tradición y la artesanía más rigurosa, que utiliza en todas las fases de elaboración tradicional (método champenoise) tapones de corcho, y removidos exclusivamente a mano, pero que no le ha impedido la instalación de modernos depósitos de acero inoxidable para la fermentación controlada de los blancos tranquilos. Luego, parte se somete a una corta crianza en madera, que aporta un buqué único en la zona. Toda la uva utilizada -Macabeo, Xarel-lo, Perellada, y últimamente algo de Chardonnay- procede de sus 46 hectáreas de viñedo. Tiene cavas magistrales como su Gran Reserva o el Brut de Bruts. Y ahora, tras diez años de preparación, sacan al mercado un fascinante cava de terruño, elaborado exclusivamente con xarel-lo plantado en 1940. Este soberbio cava, tras una primera fermentación en roble y mantenerse durante seis meses en depósito con sus lías más finas, fue embotellado en 2000. Es decir, un cava con ocho años y medio de crianza. Toda una proeza. Por eso no extraña su elegante y delicado buqué, donde la presencia de la fruta, blanca, carnosa, madura, es más una evocación resaltada por el leve fondo de madera, un recuerdo de bollería amielada, las notas de sotobosque y nueces. La boca es una oda a la complejidad, con la burbuja, leve pero persistente, perfectamente integrada. Y su fina estructura conmueve por el impresionante final, pleno, fresquísimo, vivaz.