Las reservas en los grandes hoteles de Valencia caen el 50%

La planta hotelera de Valencia experimentó una expansión en los pasados años con motivo de la celebración de la Copa del América y la eclosión de los vuelos de bajo coste, que han convertido a la ciudad en el sexto destino turístico español. En apenas una década la ciudad pasó de 6.888 plazas a 15.897, con un considerable incremento de la calidad de la oferta en los establecimientos de cuatro y cinco estrellas, en los que cuenta 24 y siete respectivamente.

El pasado año Valencia batió un récord con dos millones de visitantes, pero el encarecimiento de los vuelos de bajo coste, la postergación judicial de la 33 edición de la Copa del América y la crisis económica, entre otros factores, han encendido todas las alarmas en las instalaciones de dimensión, que operan con 200 y 300 habitaciones. Fuentes del sector aseguran que las reservas han caído un 50%, y que algunos de estos hoteles se han visto obligados a afrontar "reducciones de plantilla solapadas con externalizaciones de servicios". Si lo normal era contar entre un 30 y un 40% de reservas antes de empezar un mes, en noviembre la horquilla ha caído al 20-25%, pero para diciembre empeora con una previsión de ocupación del 2,5%.

Fernández: "Hay hoteles cuya comercialización es muy complicada"

Una de las explicaciones sobre el mal dato de noviembre es la celebración del premio de motos del circuito de Cheste se ha celebrado en octubre y que la feria Maderalia, con carácter bianual, no se celebra este año, pero existen otros motivos estructurales. Hasta hace poco las principales ferias celebradas en Valencia (Cevisama y la del Mueble) tuvieron más demanda que oferta hotelera existía en Valencia. Ahora es justo al revés. En cinco años hay el 90% de disponibilidad más y, además, el impacto de las ferias en los hoteles ha bajado un 38%, según los datos oficiales, "que siempre serán más", matiza esta fuente.

En este tiempo, las plantillas y las estructuras hoteleras se habían adaptado a una demanda que tuvo su boom en 2006, con el inicio de las regatas de la Copa del América, pero ahora que la ocupación de esos establecimientos grandes se había estabilizado entre el 60 y el 70%, la demanda ha retrocedido un 50%. Dos de los principales hoteles de Valencia "están sufriendo un ajuste brutal", asegura un directivo del sector. Varios directores de han rechazado analizar la situación. "Prefiero concentrar esfuerzos para que la cosa no vaya a peor", excusó uno de ellos. Otros se niegan a realizar ajustes porque "se pierden los estándares de calidad". El gráfico de ocupación describe dientes de sierra: un día cinco clientes y al siguiente 200.

Los efectos son múltiples. El cliente de ocio ha disminuido el uso de los servicios del hotel (minibar, restaurante,...) y el de empresa mira más los precios y trata de negociar mejores márgenes ante la disponibilidad de plazas. Además, muchas empresas han dejado de contratar salones para sus actos y realizan incluso los showrooms en sus instalaciones.

Sin embargo, el presidente de Unión Hotelera, Miguel Ángel Fernández, asegura que los datos del 70% de los hoteles de Valencia no se corresponden con esa situación. Admite que desde principio de año se había producido una caída de la ocupación y el precio medio "muy significativa", pero que en julio y agosto se mejoró más de lo esperado. Pese a ello, "habrá una caída respecto al año pasado, aunque no ha sido tan terrible en la ciudad". En sus números, Valencia tuvo en agosto de 2007 una ocupación media de un 69,86%, mientras que en 2008 fue de un 74,78%, con un precio medio respectivo de 70,55 y 96, 71 euros.

Fernández reconoce que los datos desagregados dan otras percepciones para algunos hoteles y que, en este momento, las grandes estructuras hoteleras son las que más se resienten, por las plantillas y porque no pueden mantener los precios. "Son las que más sufren, pero las que más armas tienen", añade. Con todo, subraya que "hay hoteles que desde que empezaron tienen comercializaciones muy complicadas, y cuanto más grandes, más complicadas".

Desde su punto de vista, se han hecho "más hoteles de los que hacían falta", aunque "sobran menos de los que ha llegado a decir la patronal". "El problema no es la oferta: con promoción hay respuesta porque el número de pernoctaciones no ha parado de subir", concluye.