Nace la Caja de Ahorros de Euskadi
BBK y Kutxa aprueban su fusión para convertirse en la sexta entidad de España
La Caja de Ahorros de Euskadi-Euskadiko Arrezki Kutxa nació ayer. Surge como consecuencia del acuerdo de fusión por extinción decidido por los respectivos consejos de administración de BBK y Kutxa, reunidos en sesión extraordinaria. Queda abierto así un proceso legal que conlleva el envío de este proyecto a los órganos reguladores, correspondientes al Gobierno vasco, el Banco de España y la Comisión Nacional de Competencia, para su sanción antes de la ratificación definitiva de la operación en las respectivas asambleas generales.
En un plazo no superior a 45 días, la nueva entidad financiera del País Vasco, que presidirá Xabier de Irala durante el período de transición, puede ser una realidad. De hecho, se maneja la fecha del 1 de enero de 2009 como punto de partida de la contabilidad unificada. La Comisión Nacional del Mercado de Valores recibió ayer mismo la comunicación, como hecho relevante, del acuerdo de los dos consejos de administración para poner en marcha la integración.
Los dos consejos alertan de los efectos de la posible unión de otras cajas
Ambos presidentes tendrán derecho a veto durante el periodo transitorio
El proyecto de fusión a dos, impulsado decididamente por el PNV tras la última renovación de las asambleas de las cajas y que ha contado desde mayo con el respaldo de Xabier de Irala y Xabier Iturbe, presidentes respectivos de BBK y Kutxa, queda de este modo encarrilado. No obstante, en su acuerdo las dos entidades fusionadas contemplan la incorporación de Caja Vital, en línea con el trabajo iniciado en 2005 por los entonces presidentes de las tres entidades, Irala, Carlos Etxepare (Kutxa) y Gregorio Rojo. Aunque en estos momentos la Vital se ha quedado fuera, en medios políticos y financieros se admite como "muy posible" que pueda sumarse a la fusión a partir de las elecciones autonómicas de marzo. Para ello se necesitaría abordar la reforma de la Ley vasca de Cajas de Ahorro, un requisito que queda orillado en la operación a dos.
El acuerdo pasa por encima de la negociación política que trata de sumar en Guipúzcoa un voto necesario para que la fusión tenga asegurada su mayoría absoluta en la asamblea general, y se refugia en su espíritu nítidamente financiero. La caja resultante de la unión de BBK y Kutxa se colocaría como la tercera entidad de España en patrimonio neto, por detrás de La Caixa y Caja Madrid, mientras que sería la primera en términos de porcentaje de balance, conforme al resultado del ejercicio de 2007.
En la resolución de ayer, las dos cajas subrayan su solidez financiera. La entidad vizcaína disponía en diciembre del pasado año un coeficiente de solvencia del 19%, mientras que el de la guipuzcoana era del 17%, que les permite ocupar los puestos primero y segundo, respectivamente, entre las cajas con mayor volumen de activos.
Pero los dos consejos de administración enmarcaron el paso dado en el posible contexto de otras fusiones de cajas de ahorro que se empieza a dibujar en el resto de España. Por ello, no pierden la ocasión de advertir de que "la reactivación del proceso histórico de integración de las cajas de ahorro dentro del Estado es tan sólo una cuestión de tiempo". Observa, en este sentido, que un hipotético acuerdo similar entre las cajas andaluzas, valencianas o castellano-leonesas provocaría la irrupción de competidores que superarían "significativamente cada una de ellas" a BBK y Kutxa, con magnitudes comprendidas entre el 42% y el 245%, en términos de balance; entre un 144% y el 263%, en número de sucursales, y entre un 66% y un 189% superior en cifra de empleados.
Desde los discursos políticos que han acompañado el desarrollo de las negociaciones sobre la fusión no ha pasado desapercibido el actual estado de crisis económica y el propio músculo financiero de BBK y Kutxa para así analizar la consistencia real de esta operación. Entre sus impulsores, el presidente del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, ya adelantó que "con la fusión vamos a demostrar que se nace para seguir creciendo".
En términos financieros, según datos del pasado mes de mayo, Kutxa ocupa el segundo lugar del ranking con un ratio de liquidez del 93%, mientras BBK es sexta con un 89%, con lo cual la futura Caja de Ahorros de Euskadi tendría el mejor porcentaje entre las diez más grandes.
Por encima de las magnitudes económico-financieras de esta operación, ninguna de las partes concernidas hace abstracción de la repercusión social que provoca este tipo de acuerdos entre dos entidades con magnitudes disniveladas y que son genuinas representantes de la idiosincrasia de sus respectivos territorios. Por ello, en el régimen de funcionamiento se ha dispuesto una especial sensibilidad para evitar suspicacias sobre un principio elemental: cada uno de los presidentes de las dos entidades aún existentes dispondrá de derecho de veto ante cualquier decisión que se oponga a los intereses de su entidad dentro de la comisión que coordinará la fusión. En lenguaje coloquial, la BBK renuncia a ejercer el peso del 60% que se le reconoce en la nueva entidad, frente al 40% de Kutxa, por la valoración de sus activos.
Mientras no se sustancie la operación mediante su ratificación por las dos asambleas generales se silenciarán los nombres de las personas que acompañarán, con alto rango ejecutivo, a Irala e Iturbe en la travesía hacia la Caja de Ahorros de Euskadi. El acuerdo de ambos consejos prevé que los máximos mandatarios de BBK y Kutxa nombren a un máximo de dos personas cada uno de ellos para formar así la auténtica cúpula ejecutiva de la primera entidad financiera vasca.
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