Altas dosis de mercurio en un área marisquera de Pontevedra

Análisis de Greenpeace han detectado en un área marisquera de Lourizán (Pontevedra) una dosis de mercurio que triplica la presencia normal de esta sustancia en suelos no contaminados. Esta zona marisquera, denominada punta Praceres, coincide, según la agrupación ecologista, con el lugar donde la empresa de cloro Elnosa vertía sus efluentes hasta 2003. Para Greenpeace, esta persistencia de la contaminación cinco años después de que se suspendieran los vertidos alerta "de los parámetros" de toxicidad que presentan los derrames que la compañía realiza actualmente mar adentro, frente a la isla de Tambo.

Los sedimentos recogidos en la playa presentan 1,5 miligramos de mercurio por kilo, mientras que la cantidad de este metal en un río no contaminado, por ejemplo, está por debajo de los 0,4 miligramos. "Elnosa opera poniendo en riesgo la salud de los gallegos y el medio ambiente", afirma Sara del Río, de Greenpeace. Los ecologistas aseguran que el metal, al entrar en contacto con el agua, se transforma en metilmercurio, una sustancia "sumamente tóxica" que pasa a la cadena alimentaria.

Elnosa lleva funcionando al pie de la ría de Pontevedra desde 1966 y tiene permiso para seguir haciéndolo hasta 2011. La factoría utiliza la técnica de celdas de mercurio, una tecnología para producir cloro que, según Greenpeace, se ha ido sustituyendo en el resto de Europa por su carácter contaminante. Ocho de las nueve plantas del sector en España optan por este sistema "obsoleto" que, con el permiso del Gobierno, podrán mantener hasta 2020, pese a que las recomendaciones europeas animan a desterrarlo en dos años.