El recorte a las universidades valencianas hace peligrar los sueldos
Los rectores alertan de un "colapso financiero" en los campus
Hace escasas semanas, la polémica por la financiación de las universidades saltó en Madrid. Ahora ha llegado a la Comunidad Valenciana, también gobernada por el PP. El recorte de un 25% para 2009 de la transferencia corriente, la partida que -según el plan de financiación de las universidades valencianas- va destinada a nóminas y gastos de funcionamiento (como luz, agua o limpieza) hace inasumible el pago de las nóminas de los 11.000 trabajadores (profesores y resto de personal) de las cinco universidades publicas de la comunidad, advierten los rectores. Éstos aseguran que esta situación llevará al "colapso financiero" a los campus y a una situación "insostenible".
"No pedimos ni un euro más. Sólo lo firmado", dice el rector de Castellón
Las universidades debían recibir una subvención de la Generalitat de 824 millones de euros, así como otros 70 millones para el pago de los intereses de la deuda que tiene la comunidad con sus centros universitarios públicos de más de 900 millones de euros. Los centros superiores se vieron obligados, en diciembre de 2007, a aceptar financiarse con un crédito debido a las carencias de financiación del Gobierno valenciano. Sin embargo, el anteproyecto de presupuestos de la Generalitat sólo contempla 616 millones, según fuentes próximas a los equipos financieros de las universidades.
En el caso de que el Gobierno que preside Francisco Camps siga adelante con este recorte de un 25%, las cinco universidades valencianas vaticinan "serias dificultades" para poder pagar nóminas a los trabajadores de los cinco centros superiores públicos (Jaume I de Castellón, de València, Politécnica de Valencia, de Alicante y Miguel Hernández de Elche), así como para poder asumir el pago de las facturas a proveedores. "No tendríamos dinero para pagar las nóminas, ni los recibos de luz o de agua, esa subvención no se puede recortar", afirmó ayer el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Valencianas y rector de la Jaume I de Castellón, Francisco Toledo. Los rectores han pedido una reunión urgente con el presidente de la comunidad, Francisco Camps, para tratar la situación e informar a la comunidad universitaria.
Hoy se reunirán para consensuar las medidas a adoptar ante la "grave" situación e intentar así arrancar un compromiso del consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, para que cumpla los acuerdos firmados. "No pedimos ni un euro más, sino lo que está firmado y comprometido para gasto ordinario", resaltó presidente de los rectores valencianos.
Pero la situación parece grave. Font de Mora alertó ayer de que debido a "las dificultades económicas" actuales "se tendrá que realizar un ajuste" en la inversión a las universidades, e instó a los rectores a "tranquilizarse" porque la Generalitat valenciana destinará "una importante cantidad de dinero", sin concretar nada más.
Las universidades exigen que se cumplan los acuerdos firmados con la Administración y esperan que este recorte "sea un error". "De lo contrario nos veremos obligados a despedir a gente", advirtió el gerente de uno de los centros superiores. Los equipos financieros advierten que este tijeretazo sería "un golpe muy duro a la estructura de las universidades" cuyo presupuesto está ligado en un 80% precisamente a gastos de personal, con lo que, si se reduce lo previsto, serían "imposibles de gestionar".
La Consejería de Educación manifestó ayer que "todavía no hay nada cerrado" y que la relación con los equipos financieros de las universidades es "fluida", según afirmaron fuentes del Gobierno regional. No obstante, reconocieron la "delicada" situación de crisis financiera de las arcas públicas valencianas.
El consejero de Hacienda, Gerardo Camps, entregará mañana a la presidenta de las Cortes valencianas, Milagrosa Martínez, el borrador de las cuentas de la Generalitat para 2009. Las tensiones en el seno de la Consejería de Educación para cuadrar este presupuesto se cobraron el viernes pasado la primera víctima política al dimitir de su cargo el director general de Universidades, Herminio García, que ha sido sustituido por Jesús Marí, ex director general de Política Científica de la Generalitat. Los gestores de los campus relacionan esta renuncia con el "complejo escenario financiero" que deberán asumir las universidades si se confirma este recorte. Pero llueve sobre mojado y los problemas financieros en las universidades no son nuevos. Tras años de negociaciones, el modelo vigente prevé una asignación estimada del 1,3% del PIB regional.
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