PÍLDORAS
- Ictus y actividad física
Las personas que se mantienen físicamente activas antes de sufrir un ictus podrían tener menos secuelas y recuperarse mejor que las que no realizaban ejercicio, según un estudio del hospital universitario Bispebjerg en Copenhague (Dinamarca) que se publica en la revista Neurology. Esta conclusión se apoya en los registros médicos de 265 personas, de 68 años de media, que sufrieron un ictus y después pudieron caminar por sí mismos. El estudio descubrió que el 25% de los que realizaban más ejercicio eran dos veces y media más propensos a sufrir un ictus menos grave en comparación con las personas que se encontraban en el cuartil (el 25%) más bajo del grupo. Los más activos también tenían una mayor posibilidad de recuperación a largo plazo.
- Probióticos en el Crohn
Un equipo de investigadores de Francia ha identificado una bacteria intestinal que podría ser clave en el tratamiento de la enfermedad de Crohn, un trastorno inflamatorio intestinal en el que el sistema inmune se activa por un desequilibrio en las bacterias naturales de los intestinos. Estos enfermos tienen una marcada deficiencia en el grupo de bacterias Clostridium leptum, y los investigadores han descubierto ahora que un importante componente de este grupo son las bacterias Faecalibacterium prausnitzii, según publican en la edición digital de Proceedings of the National Academy of Sciences. Si los ensayos en animales tienen éxito, los pacientes podrían beneficiarse de un tratamiento probiótico con esta bacteria.
- Hemangiomas infantiles Investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) han descubierto el mecanismo del rápido crecimiento de los hemangiomas infantiles, que afectan al 10% de los niños europeos. Estos tumores, constituidos por la proliferación de vasos sanguíneos, aparecen a los pocos días del nacimiento, a menudo como una pequeña masa en la cabeza o la cara que crece rápidamente en cuestión de meses; su desarrollo se ralentiza y la mayoría desaparece hacia el final de la pubertad. Aunque estos tumores son benignos, pueden causar desfiguraciones graves o complicaciones clínicas. Los resultados de la investigación, publicada en la edición digital de la revista Nature Medicine, podrían ser útiles en los casos más graves al apuntar a un posible tratamiento no invasivo para el tumor.
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