El plan de apoyo a la banca deja a Solbes manos libres para gestionarlo

La maquinaria de La Moncloa está que echa humo. En tan sólo siete días ha preparado, anunciado y puesto en marcha un plan para apoyar a la banca y paliar los efectos del ciclón financiero que desde septiembre está asolando los mercados mundiales. El ministro de Economía, Pedro Solbes, tendrá carta blanca para aplicar este paquete de medidas, según se desprende de los textos legales, publicados ayer por el Boletín Oficial del Estado (BOE). No obstante, ayer el presidente Zapatero admitió la posibilidad de introducir cambios futuros en esta norma.

Economía destina 10.000 millones a intervenir de forma inmediata

Los decretos leyes no concretan apenas ni las condiciones del fondo de hasta 50.000 millones de euros para comprar activos financieros de calidad a los bancos ni las del aval del Estado a las entidades financieras de hasta 100.000 millones. Con estas iniciativas, el Gobierno pretende aumentar la liquidez y garantizar las operaciones de crédito entre los bancos para que el dinero llegue a empresas y ciudadanos.

Solbes se ha reservado la administración, gestión y dirección del Fondo para la Adquisición de Activos, por un importe de 30. 000 y 50. 000 millones a través de un Consejo Rector, integrado por el vicepresidente, sus dos secretarios de Estado, el presidente del ICO, el abogado general del Estado y el interventor general del Estado. El decreto ley permite a ese Consejo Rector fijar libremente las directrices de inversión del fondo sin apenas restricciones y a una Comisión Ejecutiva realizar las operaciones.

El fondo, financiado con deuda pública, deberá invertir "en instrumentos financieros emitidos por entidades de crédito y fondos de titulización, respaldados por créditos concedidos a particulares, empresas y entidades no financieras". Serán activos "de máxima calidad", el Banco de España actuará como agente y se regirá por algunos principios genéricos (objetividad, seguridad, transparencia, eficiencia, rentabilidad y diversificación). Pero, en realidad, Solbes tendrá las manos libres para decidir los precios a que se compran los activos y cómo se seleccionan a los bancos beneficiarios, sin que el decreto ley le ponga apenas cortapisas. Según la exposición de motivos, "el fondo primará la adquisición de activos respaldados por nuevo crédito", concedidos después del 7 de octubre de 2008, para garantizar que la financiación llegue a empresas y ciudadanos, pero en el articulado no se dice una palabra al respecto. Se espera que el Gobierno establezca un mecanismo para que el fondo se reparta entre un gran número de entidades financieras, pero de nuevo esa decisión queda en manos de Solbes en el decreto ley que deberá convalidar el Congreso.

Para que el plan entre en vigor de forma inmediata, el Gobierno aprobará un crédito extraordinario de 10.000 millones, ampliables hasta 30.000 millones. Y reserva para 2009 los créditos restantes hasta completar el fondo.

El vicepresidente también será el responsable en el otorgamiento de avales del Estado a las operaciones de financiación nuevas (emisiones de pagarés, bonos y obligaciones) que realicen los bancos a un plazo máximo de cinco años. Para acceder a ellos, las entidades "deberán cumplir los requisitos que se establezcan por el Ministro de Economía y Hacienda", dejando de nuevo manos libres a Solbes, que podrá dar avales por 100.000 millones de euros en los próximos dos meses y medio. Vegara, aseguró ayer que la cifra que el Gobierno destine a los avales en 2009, "difícilmente será inferior" a los 100.000 millones previstos para lo que resta de este ejercicio. Los bancos deberán pagar por los avales "una comisión que refleje el riesgo que asuma el Estado en cada operación".

La norma también permitirá a Solbes comprar, con carácter excepcional, participaciones de bancos y cajas en apuros que necesiten reforzar sus fondos propios.