"La cultura es portadora de universalismo"
En una época carente de valores, como la actual, el Quijote debe verse como una metáfora relevante. En el mundo en transición en el que vivió, luchó por ideales que consideraba vigentes y nobles. Su idealismo, por distante que estuviese de la realidad, acabó, sin embargo, por transformarlo en una referencia fundamental para la cultura mundial en estos últimos siglos. Don Quijote pone de relieve, con su aparente locura, la importancia de la audacia y de la imaginación en la construcción de otro mundo. Con la imaginación sólo no cambiamos la realidad. Pero sin ella corremos el riesgo de quedar presos de un conformismo ceniciento.
De ahí la función de la cultura. Por medio de ella, podemos afirmarnos y expresarnos como hombres y mujeres libres. La cultura ilumina. Es factor de inclusión social, de ciudadanía, de afirmación cultural y colectiva. En el mundo globalizado de hoy, la cultura fortalece la soberanía y la identidad nacionales y, sin embargo, es al mismo tiempo portadora de universalismo [...].
Queremos que el idioma, unido a lo demás, aporte fuerza, que ayude a enriquecer nuestros lazos y que permita una mayor comprensión y aprecio de la herencia cultural que tenemos en común. Para que nuestra diversidad nos enriquezca y sea factor de atracción, no de alejamiento. En 2005, el Congreso Nacional brasileño aprobaba, por unanimidad, la ley que hace obligatoria la enseñanza del español en los centros de enseñanza secundaria del país. Hoy, cerca de nueve millones de alumnos estudian ya español como segunda lengua en todo Brasil. Nuestra meta es alcanzar los 12 millones en 2010 [...]
Extracto del discurso pronunciado por Lula da Silva.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.