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Las estrategias por el poder como objeto de debate

José María Maravall presenta su libro 'La confrontación política'

Tereixa Constenla

Crisis por todas partes. La economía devoró ayer parte de la presentación del libro La confrontación política (Taurus, 2008), en el que el sociólogo y ex ministro José María Maravall indaga en algunas estrategias políticas para alcanzar o conservar el poder. La gestión económica ocupó, pues, el primer toma y daca entre el ex presidente Felipe González y el consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, que apadrinaron la presentación de la obra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

El ex ministro no cree que las crisis económicas derriben Gobiernos
La obra examina la crispación política en España y Estados Unidos

Ambos coincidieron en su observación: el Gobierno no es culpable de la crisis financiera actual, pero será responsable de tomar las medidas adecuadas. ¿Le costará las elecciones?, inquirió Cebrián. "Hay una ventaja para el Gobierno: la crisis se manifiesta al comienzo del mandato y tiene tiempo para reaccionar", replicó González.

Sin embargo, Maravall evidenció que las crisis económicas no quitan ni ponen Gobiernos: "No hay nada decidido políticamente", dijo tras recordar que el ex presidente francés Jacques Chirac perdió los comicios a pesar de que el país registraba un crecimiento superior al 4% y que el propio Felipe González fue reelegido en España pese a la crisis económica en 1993.

El vaivén de las Bolsas y los bancos amenazó con salpicar todo el coloquio, pero no es del impacto económico en los Gobiernos de lo único que se ocupa La confrontación política. José María Maravall (Madrid, 1942) sabe de cocina política: formó parte del primer gobierno socialista elegido tras el fin de la dictadura como ministro de Educación y Ciencia (1982-1988) y también diseñó la estrategia electoral del PSOE en 1993, el año en el que ganaron las elecciones contra pronóstico.

Tras aquellas etapas de puro empirismo, Maravall abrazó la teoría y la investigación sociológica con una preocupación metida en el entrecejo: el control en los Gobiernos democráticos. Un asunto al que da vueltas en otros libros y que disecciona a fondo en La confrontación política con el método de un investigador. "De entrada, no me crean nada, sólo créanme cuando la evidencia les parezca razonable", pidió el autor.

Sobre este afán científico bromeó el ex presidente Felipe González: "Llamé por teléfono para quejarme de las fórmulas matemáticas y José María me explicó que era el truco para hacerlo más interesante".

La obra hurga en aspectos de las democracias que se desenvuelven en la oscuridad y en las estrategias políticas destinadas a mantener o conseguir el poder, como la crispación política para desmovilizar a votantes, el adelanto de las elecciones o las conspiraciones internas en los partidos.

Y todas estas estrategias tienen ejemplos recientes. González aludió a la ofensiva lanzada contra el candidato demócrata Obama por la aspirante republicana Sarah Palin por su relación con supuestos "terroristas": "Intentan aumentar la polarización para desmovilizar una ola de apoyo a Obama", dijo el ex presidente. Por su parte, Juan Luis Cebrián recordó el fracaso de "la conspiración" contra Mariano Rajoy en el seno del PP para argumentar que, en los partidos españoles relevantes, "es discutible" que pueda prosperar una estrategia semejante por su distribución del poder.

Para otorgarle peso científico a la obra, Maravall elaboró una base de datos con 329 elecciones convocadas entre 1945 y 2003 en 22 países. Además, acompaña sus conclusiones con el análisis de acontecimientos políticos vividos en España y EE UU durante los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, por un lado, y Bill Clinton y George W. Bush, por otro. "La crispación", dijo, "ha sido la opción de la derecha española mientras ha estado en la oposición entre el 93 y el 96 y entre el 2004 y el 2008", explicó Maravall.

"La estrategia de la crispación no tiene nada que ver con los intereses generales", señaló entonces González, que recordó el éxito de esta campaña de los neocons estadounidenses.

La confrontación es una de las estrategias que se escapa al principio básico de lo que Maravall define como "la teoría minimalista de la democracia", que considera que los ciudadanos sólo votan ajustando cuentas, atendiendo a la gestión del gobierno que se examina. Hay un elemento que puede tambalear esta secuencia lógica: la información. Sin ella, cree Maravall, "malos Gobiernos podrán sobrevivir y, por el contrario, buenos gobernantes podrán perder el poder".

En esta era de las nuevas tecnologías, los ciudadanos, añadió Maravall, evalúan decenas de declaraciones cada día. Sin información, agregó, es más fácil manipular su voluntad. Pero la sobreabundancia informativa tampoco quiere decir nada por sí sola. "La información se ha convertido en un bien disponible para todos, el problema es como se puede disponer para darle sentido", precisó González. Entre el auditorio se encontraban la ministra de Defensa, Carme Chacón, la ex ministra de Cultura Carmen Alborch y Javier Moreno, director de El PAÍS.

En su libro, Maravall cree necesario "completar una teoría minimalista de la democracia basada en el rendimiento de cuentas con otra sobre la información que necesitan los ciudadanos para poder distinguir los Gobiernos buenos de los malos".

De izquierda a derecha, Felipe González, José María Maravall y Juan Luis Cebrián.
De izquierda a derecha, Felipe González, José María Maravall y Juan Luis Cebrián.CRISTÓBAL MANUEL
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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Lisboa desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera en Andalucía. Es autora del libro 'Cuaderno de urgencias'.

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