El servicio doméstico sostiene la economía 'negra' del inmigrante
La afluencia de mujeres extranjeras se dispara, según CC OO
Gloria, colombiana de 46 años, llegó a Cataluña sin permiso de trabajo, aunque gana 1.200 euros al mes. Libres de impuestos y a razón de 11 euros la hora. Para conseguirlo limpia en cinco pisos distintos, tarea que se estructura como una jornada laboral ordinaria, a excepción de que no tiene contrato ni papeles y cobra en negro. "Necesito una fuente de ingresos. Es todo lo que pido", dice.
Gloria no es una excepción. De cada 10 inmigrantes sin permiso de trabajo, cuatro se emplean en el servicio doméstico. Pese a la caída de la construcción, el volumen de la economía sumergida se mantiene gracias a los trabajos en el hogar. Así se desprende de la red de ayuda a inmigrantes que Comisiones Obreras (CC OO) ofrece en 47 oficinas repartidas por Cataluña. No son datos oficiales, pero sí los únicos que arrojan luz sobre la economía sumergida de los inmigrantes.
En el primer semestre de este año cerca de 60.000 extranjeros acudieron a asesorarse a Comisiones Obreras. La afluencia muestra el auge de la economía sumergida, disparada por la necesidad de ingresos de los inmigrantes y los trabajos burocráticos para obtener el permiso laboral. "Demasiado papeleo", corrobora Gloria. "No sé qué debería hacer para poner mis papeles en orden", recalca. En su trabajo, asegura, no hace falta. "¿Quién puede saber si voy a una casa a trabajar o de visita?", pregunta.
La misma lógica ha propiciado el aumento de empleados irregulares en el sector doméstico. También influye el cambio en el perfil de los inmigrados: llegan seis mujeres por cada cuatro hombres, según CC OO. El sindicato dice que la mayoría lo hacen gracias al proceso de reagrupación familiar, que considera el permiso de residencia pero no el laboral, empujándolos a la irregularidad. Eso explicaría que el sector doméstico haya superado al de la construcción, tradicional refugio de la economía sumergida para el inmigrante. El sector sigue alojando al 16% de inmigrantes sin permiso, seguido de la hostelería y la industria, con el 13% y el 6%, respectivamente.
Los datos del sindicato detectan otro cambio de tendencia: los inmigrantes más afectados por la irregularidad son de nacionalidad boliviana, que, por primera vez, superan a los marroquíes. Siete de cada 10 bolivianos que acudieron a las oficinas de CC OO están trabajando sin permiso, lo que ocurre en cuatro de cada 10 del país norteafricano.
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