Solbes negocia un Presupuesto para 2009 con un déficit del 2%

Las posibilidades de que el Gobierno se apoye en el PNV y en el Bloque Nacionalista Galego (BNG) para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado se va abriendo paso. El PNV confirmó ayer su disposición a negociar el acuerdo con el Gobierno mientras CiU e IU-ICV ratificaron su lejanía.

El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, precisó que era "muy difícil" que su grupo pudiera alcanzar un acuerdo antes del debate sobre las enmiendas a la totalidad del Congreso, a mediados de octubre.

Es el balance de la primera ronda de conversaciones que el vicepresidente económico del Ejecutivo, Pedro Solbes, mantuvo con los portavoces de los principales grupos parlamentarios sobre los Presupuestos y que seguirán en las próximas semanas.

Solbes mantuvo ayer una reunión de tanteo con los grupos parlamentarios. Les presentó un cuadro económico de crisis para el 2009 y les pidió corresponsabilidad ante unos Presupuestos que el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, calificó abiertamente de "austeros".

Un crecimiento del 0,2% a 0,4% o negativo; un déficit del 2%; un aumento del desempleo hasta el 12,5% y una financiación autonómica que no se acercará al 1% del PIB, además de una caída del impuesto de sociedades del 30% y del IVA del 15% sobre las previsiones de 2008. Les confirmó, asimismo, que el gasto social, la investigación y las infraestructuras subirán por encima del PIB nominal.

CiU no quiso darse por aludido en la reclamación de Solbes de "responsabilidad" y Duran se aferró a su historia de apoyos a los Presupuestos de Gobiernos de todos los colores desde los inicios de la democracia. El portavoz de CiU puso como condición al Gobierno para apoyar los Presupuestos un acuerdo en la reforma de la financiación autonómica y el cumplimiento de los compromisos del Ejecutivo en materia de inversiones, según la disposición adicional tercera del Estatuto de Cataluña, que Gobierno y CiU cifran en unos 800 millones de euros. Junto a ello, expuso a Solbes un plan de lucha contra la crisis económica.

La posición de CiU, al vincular el apoyo a los Presupuestos al acuerdo en financiación autonómica, lo hace muy difícil. De tal modo que el propio Gobierno tiene interiorizado que es improbable que haya acuerdo presupuestario con CiU antes del debate plenario de los Presupuestos en el Congreso, en octubre.

Para ese momento, el Gobierno confía en poder cerrar el acuerdo con los grupos más proclives, el PNV y BNG, con los que alcanzaría los siete votos necesarios para salvar los Presupuestos. El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, expresó ayer su disponibilidad al acuerdo, tras la entrevista con Solbes. Resaltó la predisposición de Solbes a negociar sus propuestas, que incluyen los traspasos de las políticas activas del Instituto Nacional de Empleo (Inem) y de una parte de las políticas de investigación, que serían compartidas con el Gobierno central.

El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, hizo un balance optimista de la ronda, en la que no descartó incluso el apoyo, a última hora, de CiU, a lo que no cerró la puerta el propio Duran. El año pasado, CiU vetó los Presupuestos Generales en el Senado, aunque el Gobierno logró levantar esa votación en el Congreso.

Los nacionalistas catalanes piden, entre otras cosas, un acuerdo sobre la reforma de financiación autonómica que el Gobierno ha desligado de la negociación de los presupuestos. También la ejecución de las enmiendas pactadas en el presupuesto de 2008 (aunque el veto del Senado, de la propia CiU, eliminó muchas de ellas) y participar en la decisión sobre las inversiones del Estado en Cataluña.

Por parte del PNV, se reclaman asuntos como el traspaso de las políticas activas del Instituto Nacional de Empleo y la participación del Gobierno vasco en las políticas de investigación y desarrollo, de acuerdo con el Estatuto de Gernika.