"La doctrina es incompatible con la enseñanza"
Colectivos docentes piden que la inspección actúe contra el manual de Ética que compara aborto y holocausto
En la misma semana que Educación para la Ciudadanía se imparte por primera vez en todas las comunidades autónomas, diversos colectivos de la enseñanza han alertado sobre el "contrasentido" que supone que quienes más protestan contra el supuesto adoctrinamiento de los alumnos a través de esta polémica asignatura sean precisamente quienes utilicen en sus manuales de Ética "el adoctrinamiento más evidente y al margen de la legalidad", según José Antonio Martínez, presidente de la Federación de Asociaciones de Directores de Institutos (FEDADI).
"Semejante dirigismo no debe ser tolerardo", opina un experto
El objetivo de Ética es fomentar criterios propios a través del debate
Las federaciones de la enseñanza de UGT y Comisiones Obreras piden además a las autioridades educativas que los inspectores extremen su labor de control sobre determinados libros de texto actualmente en uso en los colegios.
Estos colectivos de enseñantes cuestionan el manual de Ética de la editorial Casals empleado en cuarto curso de la Educación Secundaria Obligatoria en colegios privados católicos. En el texto, elaborado por José Ramón Ayllón y Aurelio Fernández, se compara el aborto con "las grandes guerras del siglo XX y el holocausto", niega el divorcio, vaticina tragedias para los hijos de padres separados, no tolera otro tipo de familia que el matrimonio heterosexual y considera inadmisibles las técnicas de reproducción asistida, desde la inseminación artificial hasta la fecundación in vitro o las madres de alquiler. También cuestiona que sea posible vivir conforme a valores positivos sin aceptar previamente la existencia de Dios.
Esta asignatura, que se denomina indistintamente Ética o Educación Ético Cívica, se imparte con carácter obligatorio una o dos horas a la semana -dependiendo de cada comunidad autónoma- y su objetivo, según la Ley Orgánica de Educación, es enseñar a pensar a los alumnos por sí mismos, fomentar el debate en el aula y afianzar los valores de tolerancia y el respeto hacia las diversas opciones de convivencia propias de los estados democráticos.
La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras calificó ayer el citado manual de Ética como "una auténtica barbaridad" y solicitó a las autoridades educativas un mayor control por parte de los inspectores. "Ni el Ministerio de Educación, ni las consejerías ni los consejos escolares pueden permitir el uso de manuales que van contra los valores democráticos", manifestó un portavoz del sindicato. "Y resulta chocante que ésos son los mismos que luego gritan contra Educación para la Ciudadanía porque consideran violentadas sus conciencias. Sus textos sí violentan las conciencias de quienes creemos en la democracia", añadió.
Carlos López, secretario general de la Federación de la Enseñanza de UGT, opina también que Ética de la editorial Casals es un texto "asociel y aberrante". "No deberían permitirse, agregó, "manuales que están en discordancia con las leyes aprobadas en el Parlamento".
En los colegios católicos concertados, agrupados en la Federación de Religiosos de la Enseñanza (FERE), emplean manuales de Ética más acordes con los objetivos de pluralidad fijados por el Ministerio, sin sentirse por ello violentados en sus creencias. Su presidente, Manuel de Castro, ha reiterado que tanto Ética como Educación para la Ciudadanía pueden impartirse con normalidad "adaptando los contenidos a los idearios de los centros". En ellos no se defienden los matrimpnios homosexuales, por ejemplo, pero tampoco se afirma que la única familia moralmente aceptable el la constituida por hembra y varón unidos por el sacramento del matrimonio. Tampoco anatemizan a los hijos de padres separados, presentes cada vez en mayor número en sus aulas.
Esta moderación de planteamientos de la mayoría de los colegios católicos concertados es una realidad que destaca José Antonio Martínez, quien asegura que en los institutos de su federación "ni los curas que enseñan religión católica dicen ese tipo de barbaridades".
Para Martínez, adoctrinar al alumnado con la contundencia del manual de Casals, supone "faltarle al respeto, ya que lo que se pretende es justo lo contrario: incentivar a los adolescentes para que tengan su propio criterio sobre la sociedad en que viven".
"Lo primero que cabría preguntarse", añade, "es sí Ética de Casals no conculca el ordenamiento jurídico; y desde luego la inspección educativa o el organismo correspondiente tendría que dejar claro que semejante dirigismo ideológico no debe ser tolerardo en las aulas. Está claro que enseñan moral privada y la escuela no está para eso".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.