La incertidumbre de la reforma de los modelos marca el inicio del curso

El Departamento de Educación arranca el curso con algunas asignaturas retrasadas. La reforma de los tres modelos lingüísticos vigentes es la que más quebraderos de cabeza le da, pero también tiene pendiente aprobar formalmente el decreto de Bachillerato, con la inclusión o no de una asignatura alternativa a la Religión, y la elaboración definitiva del Mapa Escolar, el documento que ordena la oferta educativa y el reparto de centros geográficamente.

Son muchos y complejos los deberes, y para algunos de ellos no cuenta con los apoyos suficientes.

No hay alternativa para los que objeten a Educación para la Ciudadanía

Es el caso de la reforma de los tres modelos lingüísticos (castellano, euskera y bilingüe), con la que se pretende potenciar el euskera, dejando en un segundo plano la enseñanza en castellano. El anteproyecto de ley elaborado por el departamento recoge la obligación de que los colegios den, al menos, el 60% de las asignaturas en euskera. El otro 40% de las materias se reparten entre el castellano y el inglés.

En las últimas semanas, a Educación incluso le han surgido las dificultades en el seno del propio Gobierno, con un PNV que demanda más flexibilidad y una aplicación progresiva de la reforma basándose en experiencias previas. Teniendo en cuenta que la legislatura entra en su recta final y que los comicios autonómicos serán en marzo, el PNV no quiere arriesgarse a sufrir un desgaste electoral cuando el PSE, su rival directo en las elecciones, aparece como un firme detractor del proyecto y reclama que se aplace hasta la próxima legislatura. Sin embargo, el consejero, Tontxu Campos, está empeñado en llevar el proyecto a la Cámara este mismo año y cumplir así "con el mandato que el propio Parlamento nos hizo", apuntan desde la consejería.

El equipo de Campos se enfrascará este mes en los contactos con los agentes educativos, partidos y sindicatos para calibrar las posibilidades reales de éxito que puede tener la reforma. Pero, al margen de ésta, el sistema educativo vasco se enfrenta a otros profundos cambios este curso. Estos son algunos de ellos:

CURRÍCULO VASCO Se extiende a Secundaria

Una de las novedades del curso es la extensión a casi toda la educación obligatoria del controvertido currículo vasco, que prima la formación en competencias, frente a la educación en conocimientos. Aunque ahí no radica la polémica, sino en la declaración del euskera como lengua vehicular de la enseñanza, en detrimento del castellano. El currículo ya empezó a aplicarse el curso pasado y en el que comienza se extenderá en el primer y segundo ciclo de Primaria y en los cuatro cursos de la ESO. Los profesores y los centros demanda más recursos y formación para aplicar el nuevo sistema de enseñanza, ya que Educación no ha diseñado aún las nuevas estrategias para la adquisición de las competencias por cursos, ciclos y etapas.

BACHILLERATO Aplicación de la LOE

En Bachillerato es donde llegan las mayores novedades, forzadas por la obligada implantación de la Ley Orgánica de Educación (LOE). Desaparece una de las modalidades y sólo estarán en vigor las de Bachillerato Artístico, Ciencias y Tecnología, y Humanidades y Ciencias de la Salud. La pega es que la reforma se empezará a aplicar sin que el decreto que la regula esté aprobado. El departamento quita toda importancia a este retraso. En esta etapa, también se establece que el euskera sea la lengua principal, al igual que en el resto de la enseñanza obligatoria. En cuanto a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, se introduce en el segundo curso de Secundaria y no se contempla ningún tipo de alternativa para los que objeten.

EVALUACIONES Euskera, castellano y matemáticas

Educación someterá este curso a los alumnos de cuarto de Primaria y segundo de la ESO a una evaluación para conocer su nivel de euskera, castellano y matemáticas. Las pruebas se conciben como un diagnóstico para conocer el nivel de cada colegio.