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Los médicos critican las multas por alargar agonías

"Es peligroso trabajar bajo el miedo"

"Comenzar un proyecto de ley amenazando a los médicos es muy fuerte". Antonio Gutiérrez, presidente del Sindicato Médico en Sevilla, es uno de los profesionales a los que ha indignado el anuncio de que la Junta de Andalucía multará a los médicos que alarguen la agonía de los enfermos. No es el único. El grueso del anteproyecto de la ley de muerte digna, que regulará los derechos de los pacientes terminales y las obligaciones y garantías jurídicas de los sanitarios, ha sido bien acogido por los profesionales. Pero el régimen sancionador, que prevé multas de hasta un millón de euros para los sanitarios que incurran en ensañamiento terapéutico, ha soliviantado a muchos.

El presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, Carlos González-Vilardell, consideró "peligroso" que los médicos trabajen "bajo el miedo" a una sanción. "El médico está formado. Tiene muchos años de estudio para trabajar bien y no para trabajar mal. No conozco casos de ensañamiento terapéutico. ¿Qué médico va a querer que las cosas se hagan a la contra cuando no se ven posibilidades de curación? Las tres pautas que sigue un médico son: la primera, curar; si no es posible curar, aliviar; y si no es posible aliviar, consolar", dijo Gómez-Vilardell.

Francisco Javier García Monlleó, director médico del hospital de San Rafael de Granada, del que tuvo que ser trasladada Inmaculada Echevarría para que le desconectaran el respirador en marzo de 2006, considera "necesario" el proyecto, informa Valme Cortés. "Dar una vía de claridad a estos términos es interesante para todos". García Monlleó restó importancia a las sanciones y prefirió valorar la ley por "lo que va a esclarecer". "La veo muy positiva. No creo que sea excesiva la responsabilidad del médico, es su obligación", advirtió.

Los responsables de Salud de UGT y CC OO en Andalucía también mostraron su apoyo a la ley.

Eluana Englaro quedó en coma irreversible en 1992.
Eluana Englaro quedó en coma irreversible en 1992.

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