A vueltas con los chalés ilegales

Icomos, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos que asesora a la Unesco en asuntos de patrimonio, instó a las administraciones a que restauraran la legalidad vigente en el entorno de Medina Azahara en noviembre de 2007. Restaurar la legalidad vigente significa la desaparición de los alrededor de 240 chalés levantados en tres urbanizaciones ilegales en una zona que, desde 2003, está considerada como Bien de Interés Cultural.

De la posibilidad de erradicar esas construcciones ya se había hablado antes. El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, propuso en octubre de 2006 un plan de colaboración con el Ayuntamiento para ofrecer viviendas en otra zona a cambio del derribo de las ilegales. Dos años después, las consejerías de la Junta implicadas en este asunto decidieron poner en marcha un plan para blindar el yacimiento. La entonces consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, dijo que se adquirirían los terrenos no edificables que rodean Medina Azahara en un plazo de dos años. Respecto a las casas ya construidas, lo que se prometió fue adquirir las viviendas que fueran "absolutamente incompatibles" con la conservación del monumento. Cultura sería la encargada de señalar cuáles eran esos chalés.

El decreto que pondría punto final a este problema debería haber visto ya la luz. Incluso, se dijo que se presentaría antes del verano. La última fecha que se ha dado es el próximo mes de septiembre. La Administración autonómica intentará hacerse con los terrenos sin construcciones que rodean al yacimiento. Lo que no está tan claro ahora es que se vayan a adquirir y eliminar las casas ilegales.