Dos delitos enrarecen la Aste Nagusia
Dos encapuchados atracan a punta de pistola un céntrico bar de Bilbao en plenas fiestas - La Ertzaintza busca a los violadores de una menor
Dos graves delitos han ensombrecido el ambiente festivo que decenas de miles de personas llevan viviendo en Bilbao desde que el pasado sábado comenzase la Aste Nagusia. Constituyen, además, los dos hechos más graves registrados durante las fiestas que las tres capitales vascas han celebrado de forma sucesiva este mes de agosto. El primero, un atraco a punta de pistola perpetrado la madrugada del miércoles por dos encapuchados que redujeron, golpearon, robaron y ataron al dueño de un bar de la céntrica y concurrida calle Licenciado Poza, fue confirmado ayer por EL PAÍS. La Ertzaintza, que está investigando el caso, y el Ayuntamiento de Bilbao, que conocía los hechos, no habían hecho público el caso. El segundo, la violación en la madrugada de ayer, en pleno centro de la ciudad y a punta de navaja, de una menor que volvía a casa tras disfrutar de las fiestas ha conmocionado a la opinión pública bilbaína.
"Al ser encañonado llegué a pensar en lo peor", afirma el dueño del bar
"Por un momento, cuando me encañonaron, pensé en lo peor". El propietario del Nashville, el bar que dos encapuchados atracaron pistola en mano, prefiere no ver publicado su nombre ni desvelar detalles del asalto, conocidos por este periódico. A las 2.30 del miércoles, Iñaki [nombre ficticio] procedía a recoger el bar. Al tratarse de un día laborable, y pese a las fiestas, quedaba ya poca gente a esa altura de la calle, una de las más tradicionales de copas de Bilbao. Dos individuos aprovecharon esa circunstancia y que la persiana estaba entreabierta para acceder al local. Sin que mediase palabra, y mientras un atracador cerraba la puerta, el otro encañonó al tabernero, le arrojó al suelo y le golpeó las costillas. Ambos, que hablaban en perfecto castellano, iban encapuchados y llevaban guantes para no dejar huellas. Reducido, Iñaki fue forzado a abrir la caja registradora y entregar toda la recaudación. La operación se repitió con la máquina tragaperras y la de tabaco. Con el botín en su poder -más de 2.500 euros-, los dos ladrones maniataron al dueño del bar. Tras quitarle las llaves, le encerraron en el baño. Al huir, dejaron cerrado el local.
Tras liberarse y lograr abrir la puerta del baño, Iñaki telefoneó a uno de sus empleados y al 112. La Ertzaintza se personó en el lugar y abrió una investigación. Agentes de la Policía Científica no hallaron huellas dactilares. Tanto la Ertzaintza como fuentes municipales descartan que los ladrones pertenezcan a una banda organizada y niegan que se hayan registrado atracos similares en Bilbao los últimos días. "Pensamos que son dos delincuentes comunes que han aprovechado el trajín de la Aste Nagusia para actuar", aseguraron las fuentes municipales consultadas.
Ayer, también de madrugada, una menor de 15 años fue violada en el centro de Bilbao. La segunda y más grave agresión sexual en esta Aste Nagusia despertó la indignación de instituciones y comparsas.
La menor fue asaltada a las tres menos cuarto de la mañana en la céntrica calle Particular de Estraunza, al lado de la Gran Vía, por dos hombres que a punta de navaja le obligaron a practicar una felación a uno de ellos, y después huyeron.
La joven denunció la violación a la Policía Municipal, que un cuarto de hora después detenía a dos sospechosos a unos 500 metros del lugar del ataque. Ya por la mañana, la Ertzaintza asumió la investigación, como es habitual en las denuncias por agresión sexual. La víctima, tras ser atendida y dada de alta en el Hospital de Basurto, descartó en una rueda de reconocimiento que los dos detenidos fueran sus agresores, por lo que fueron liberados sin cargos. La Ertzaintza busca ahora a los dos violadores.
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