Sapiencia jesuítica

La antigua Heretat dels Frares, actualmente Bodegas Los Frailes, fue adquirida en pública subasta por la familia Velázquez en 1771 a Carlos III, quien la había sustraído a sus antiguos propietarios, los Jesuitas, con motivo de su expulsión de España. Una heretat es un predio típicamente valenciano que surge en tiempos de Jaume I, que daba rango social y derechos al que la tuviera, y que se podía transmitir. Cultivaba todo tipo de productos. En Fontanars, naturalmente, cereales además del vino. Había heretats propiedad de la iglesia y la de los Frares era una de ellas. Arquitectónicamente es una alquería originada en el castro romano que la legión levantaba en sus asentamientos.

La de los Frailes es claramente una alquería fortificada, su patio central, sus cuatro lados y sus puertas pretorias, diestra y siniestra. Sus ventanucos en los muros exteriores recuerdan a portillos defensivos, pues su aislamiento y el bandolerismo les obligaba a ello. Todo esto se puede ver en esta digna representación que la familia Velázquez ha conservado perfectamente para los que aman la herencia del pasado de un pueblo, pues la heretat esta perfecta, como si el tiempo no hubiese pasado por ella. La familia Velázquez, amante de la agricultura y la naturaleza, elabora unos vinos ecológicos naturales. 130 hectáreas de viñedos rodean la casa y la bodega y un tercio de ellos son cepas monastrell de 45 años. En el viñedo Miguel Velázquez practica un enoturismo aplicado, haciendo catas junto a las variedades utilizadas en el mismo, cosa lógica en una antigua casa de jesuitas, que han honrado la educación y la formación ejemplarmente. Frente al muro trasero se ha creado un patio de igual arquitectura para instalar la nueva bodega y la nave de crianza, sobre la que se ha ubicado la sala de cata, diáfana, integrada al entorno con grandes cristaleras. Su rosado F monastrell y el Trilogía, tinto de 3 variedades, acompaña al queso de Catí placenteramente. Este es uno de los grandes quesos del mundo, y como todos los de montaña son hechos por gentes firmes y recias. Por eso en Benassal dicen Als de Catí, ni el dimoni els pot seguí.