Si pide un taxi para las cinco y el coche se presenta a las ocho, no es probable que el cliente esté dispuesto a pagar. Esta situación, sin embargo, es frecuente cuando se trata de volar con una compañía aérea. Lo malo es que el viajero ya ha pagado y nadie le va a devolver el dinero. Y de poco sirve reclamar.
Pedro M. G. viaja mucho. Trabaja de comercial en una compañía. Su salud es buena, pero más de una vez ha tenido que ir al médico fuera de su comunidad autónoma. También fuera de España. Cada vez que esto ocurre, se enfrenta a las mismas preguntas: ¿qué alergias tiene? ¿qué medicamentos toma? ¿padece alguna enfermedad?
ANA CARBAJOSA | Monte Gerizim
La diminuta comunidad sale a buscar mujeres para ampliar su población