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LA CALLE | Restaurantes
Columna
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Granja Viader

Mercè Casademunt Viader es la propietaria de la granja. Con lo difícil que es encontrar los orígenes familiares, ella lo tiene fácil. Se coloca en el centro de su negocio, y con una simple panorámica, es capaz de abarcar ciento cincuenta años de historia doméstica. Fundadas en 1870, de la media docena de granjas Viader repartidas por la ciudad solo queda una, la de la calle de Xuclà. Una superviviente que tiene como gran virtud haberse mantenido fiel a los orígenes a pesar del empuje de esta Barcelona hambrienta de arrobas.

Con la Boquería al sur y la plaza de Cataluña al norte, granja Viader se halla en un cruce de caminos por donde pasan riadas de transeúntes: desde turistas accidentales, hasta viajeros accidentados, desde castizos del barrio, hasta profesionales liberales de espíritu y de cuerpo. No extraña entonces lo variopinto de sus clientes, y en sus mesas es posible ver sentados a dos japoneses sucant el melindro en una taza de chocolate junto a tres señoras Pepites hincando el diente a un bocadillo de paté, un cruasán o un pastel de queso fresco. Ah, y también gente de teatro, como Flotats, y de otros teatros, como el alcalde Jordi Hereu.

Por algo será que esta granja, patrimonio de la humanidad urbana de la Barcelona pretérita, es el punto de partida de la ruta gastronómica que ha montado el Ayuntamiento para ilusionar a los escépticos ciudadanos. Aparte de preparar artesanalmente el mató, el queso fresco o la nata montada, la granja Viader tiene el mérito de haber inventado el Cacaolat y el demérito de haberlo vendido a una de esas multinacionales que se dedican a arrebatar la memoria de la gente y liofilizarla. Me cuenta Mercè que el proceso de elaboración del Cacaolat era sencillo. Tras preparar el xarop o concentrado de cacao en la calle Xuclà, lo llevaban a la granja Viader de Cardedeu, una masía modernista obra de Raspall, para ser mezclado con la leche de unas vacas que si bien no eran felices del todo, si comían hierba hasta enloquecer de placer. ¡Qué tiempos aquellos!

- Lo más: ir de merendola con Permanyer para que te cuente todo aquello que no sabes de la granja Viader.

- Lo menos: Cierran al mediodía y por la noche.

- Dirección: Carrer Xuclà 4-6 Tel. 93 318 34 86

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