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La crisis frena el flujo de inmigrantes hacia Cataluña

La concesión de permisos de trabajo cae por primera vez en décadas

El flujo de inmigrantes hacia Cataluña da señales de agotamiento al calor del frenazo económico. En el primer semestre de 2008, la concesión de permisos de trabajo a extranjeros -dato que indica la llegada real de foráneos al territorio-, cayó el 10% respecto al mismo periodo del año anterior. El dato significa que Cataluña recibió unos 2.000 inmigrantes menos que en los seis primeros meses del año pasado. La cifra es menor, pero el cambio de tendencia supone un hecho inédito desde hace décadas. "Es un cambio de dinámica significativo", dijo ayer el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, tras presentar los datos. "La crisis empieza a notarse", remató sin dudar a qué factor atribuir los motivos del descenso.

El dato era inesperado por ser Cataluña la principal receptora de inmigrantes de España en la última década; incluso de la Unión Europea, según un reciente estudio encargado por la Generalitat. El flaqueo de la locomotora española (cerca de un millón de inmigrantes, el 15% de la población catalana) es un claro aviso sobre a quién van dirigidos los primeros azotes del parón económico.

El indicador social lo corrobora: "Llegan menos inmigrantes para trabajar, pero muchos de los que llevan años aquí llevan meses en el paro", anotó ayer un portavoz de Cáritas. La entidad de acción caritativa alarma sobre el incremento "notable" de inmigrantes en apuros, principalmente antiguos empleados en la construcción. Éstos se han multiplicado en los últimos dos meses, precisa Cáritas.

La agonía del sector inmobiliario fue confirmada por Rangel, pese a no facilitar datos: los permisos de trabajos para inmigrantes en el ramo de la construcción empiezan a ser costosos de ver. Ya no copan la primera plaza de solicitudes, rango que posee ahora el sector servicios, principalmente hostelería y la atención de personas en su domicilio. Rangel tampoco facilitó datos sobre el retorno de inmigrantes que, apuntó, sólo registra la Seguridad Social.

En cualquier caso, la desaceleración de la afluencia migratoria se registró también en las solicitudes de los inmigrantes atendidas por la Delegación. En el primer semestre de 2008 fueron 197.000, cuando en los doce meses de 2007 se computaron hasta 495.000. De mantener el ritmo, a finales de año el descenso de peticiones rondará el 20%.

Las únicas solicitudes que aumentaron fueron las de reagrupamiento familiar por arraigo, que en seis meses fueron 7.604, mientras en todo 2007 no pasaron de las 6.000. Rangel aclaró que estos casos no suponen la llegada de nuevos inmigrantes, sino la regularización de los que residían en el país desde hace al menos tres años.

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El delegado del Gobierno pidió que se desinflara el globo de la reagrupación para alarmar a la sociedad. "Algunos quieren dar miedo y dicen que se está llenando de inmigrantes por este método, cuando no es así". Unas 15.000 personas han recibido este permiso desde principios de año, cifra similar a 2007.

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