Hereu y los hoteleros piden más turismo

Barcelona puede asumir más turismo, tanto de vacaciones como de convenciones y congresos. Esta idea la defendieron ayer con firmeza el alcalde de Barcelona, el socialista Jordi Hereu, y los responsables del Consorcio Turismo de Barcelona, Pere Durán y Joan Gaspart.

La ciudad recibió el año pasado 7.108.000 turistas y en los seis primeros meses de 2008 han sido 3.410.000, pese a registrar un descenso de casi un 5% respecto al mismo periodo del año pasado.

La ciudad mantiene una ocupación hotelera del 74% pese a la crisis

"En la actividad turística, de momento, no hay crisis", sostenía ayer Gaspart apoyándose en que la ocupación hotelera de la ciudad es del 74%, pese a que la oferta de plazas ha crecido casi en un 2%. Para Gaspart -que se opuso firmemente al plan hotelero que diseñó Barcelona por la celebración de los Juegos Olímpicos en 1992- todavía hay margen para crecer. Aunque apuntó que el sector debería descentralizarse. Es decir, ir hacia otros distritos.

¿Cuál es el techo? La pregunta no fue contestada ni por el alcalde ni por los gestores de Turismo de Barcelona. De hecho, ayer presentaron el Plan Estratégico del Turismo 2010/2015. Un estudio -al frente del cuál han situado al ex regidor Enric Truñó- que primero hará un diagnóstico de la situación y, después, dará las recetas del futuro.

El plan en estudio no supondrá un parón en la concesión de licencias: "No se congela nada, porque el diseño de la estrategia es una cosa y la actividad del sector otra", aseguró Hereu al ser preguntado sobre las peticiones de entidades como la FAVB, que reclama que no se den más licencias para construir hoteles en Ciutat Vella, un distrito que concentra 80 establecimientos en poco más de 400 hectáreas. Los vecinos denuncian que el turismo desplaza a los residentes y cambia la fisonomía de los barrios.

"El plan debe tener en cuenta de forma especial a los residentes de las zonas que reciben más turistas", matizó Hereu. E insistió en que uno de los pilares de la economía de la ciudad es precisamente el turismo: aporta el 14% del PIB de la ciudad, sin contar con el impacto indirecto. "Es importante incrementar la actividad hotelera, sobre todo la de calidad, la que sirve para captar congresos como el de telefonía móvil" subrayó. Y de ecotasa, nada. En realidad, es el propio sector hotelero el que mantiene una resistencia numantina por el cobro de una tasa -suele ser un euro por noche- que está extendida en Europa.

Iniciativa per Catalunya, socios del PSC en el gobierno municipal, han defendido históricamente la ecotasa. Ayer insistieron en que el plan estratégico del turismo debe fijar una "tasa de retorno medioambiental". Desde CiU, el grupo que lidera la oposición, se apunta que el plan estratégico llega tarde y en un momento de crisis delicado. Sònia Recasens, edil convergente, manifestó que el turismo se ha convertido en un maná para la ciudad. Se oponen a la ecotasa pero defienden que la ciudad recupere esos ingresos con una mayor participación en la recaudación del IVA. "Algo que se debería formular en la financiación de la Carta Municipal", sostiene Recasens.

Frente al crescendo de las quejas de cada vez más sectores de la ciudadanía por la excesiva presión del turismo, de forma especial los residentes de Ciutat Vella y una parte del Eixample, los responsables del consorcio hicieron una radiografía triunfal. Para empezar, Barcelona está entre la cuarta y la quinta ciudad de Europa en número de turistas. Por detrás de las cunas del fenómeno: Londres, París y Roma.

La actividad turística de la ciudad no ha dejado de crecer desde 1993, año de constitución del consorcio del sector. Las cifras son claras: de los 2.455.000 turistas de 1993 a los 7.108.000 de 2007, lo que supone un crecimiento sostenido de un 12,6%. En esos 15 años se han producido 124 millones de pernoctaciones. Las visitas a los equipamientos culturales también muestran esa progresión: de los 6,7 millones de 1993 a los 23,7 millones del año pasado.