Montilla anuncia un plan de recorte de gastos, pero no lo cuantifica
La Generalitat congelará el sueldo a los altos cargos y hará menos propaganda
Pintan bastos. Pagar la hipoteca se ha convertido en una auténtica proeza, llenar la cesta de la compra y el depósito del coche resulta carísimo, mucho más que hace un año o sólo unos meses. Más allá del desplome inmobiliario, industrias como Simon, Roca, Pirelli y Casals han anunciado en los últimos días centenares de despidos..."
Hay sectores que han entrado en crisis, estamos en crisis, tenemos que aceptarlo y admitir que habrá empresas y familias que lo pasarán mal, que ya lo están pasando mal". Y lo peor de todo: "Nadie sabe cuánto durará", pero "será probablemente más larga de lo que hace unos meses todo el mundo preveía".
"Empresas y familias lo están pasando mal. No sabemos cuánto durará"
Éste fue el oscuro panorama, "realista", "riguroso", "sereno" y "sin alarmismos", que dibujó ayer el presidente de la Generalitat, José Montilla, en el Parlament, donde compareció a petición propia para dar cuenta de la situación económica y de lo que está haciendo su Gobierno para combatirla.
"Saldremos de esta, como hemos hecho siempre, y saldremos reforzados", animó el presidente. Eso sí, hay que arrimar el hombro. Montilla hizo un llamamiento al "esfuerzo, el sacrificio y la responsabilidad de empresarios, sindicatos, ciudadanos y oposición", y se mostró dispuesto a predicar con el ejemplo, tal como insinuó hace dos semanas el consejero de Economía, Antoni Castells, en línea con el plan de Zapatero.
El presidente Montilla anunció un nuevo paquete de medidas de "austeridad" para contener el gasto corriente de la Administración catalana. Por una parte, el Ejecutivo reducirá el 25% determinadas partidas que, "pese a ser necesarias, no se consideran imprescindibles", según Montilla, como gastos de relaciones públicas, propaganda y estudios, entre otros.
En segundo lugar, contendrá el crecimiento en la contratación de funcionarios, excepto en los servicios esenciales que estén relacionados con la atención al público o con la protección ciudadana. No se sustituirá al personal que cause baja por jubilación o excedencia, o cuyo contrato finalice, excepto en el caso de cargos de prestación de servicio directo de carácter básico. Y tampoco se iniciarán procesos para cubrir puestos aún no asignados. Sólo se aumentarán las plantillas de maestros, mossos, personal penitenciario y de justicia.
Increpado por el presidente del grupo del PP en el Parlament, Daniel Sirera, quien pidió a Montilla que reduzca el número de altos cargos, congele los sueldos, fusione departamentos y suprima el de la Vicepresidencia, el presidente avanzó la "intención" de congelar el sueldo de los altos cargos el año que viene, en los presupuestos de 2009, un gesto que calificó de "simbólico".
Quizá por ello, el Gobierno no cuantificó el ahorro que va suponer el paquete de medidas, más allá de la reducción de los gastos de representación y dictámenes: unos 100 millones de euros, según Presidencia, a la que se encomendaron todos los departamentos implicados, incluso el de Economía. Nadie aclaró cuántos funcionarios se van a jubilar ni cuántos contratos expiran. El gasto corriente previsto para este año para el conjunto de la Generalitat es de 27.000 millones de euros, el 8,4% más que el anterior.
El líder de la oposición, Artur Mas, acusó a Montilla de falta de liderazgo. El recién reelegido presidente de CiU aseguró que el tripartito es "incapaz" de sacar a Cataluña de la crisis económica y le ofreció la "ayuda" de su formación política para aprobar los pactos necesarios y hacer un frente común en Madrid con el fin de lograr el nuevo sistema de financiación. Mas propuso bajar el impuestos de sociedades a las empresas y más inversión en obra pública y en I+D+i.
Un debate de guante blanco
- José Montilla: "La economía catalana llevaba una velocidad alta, sostenida durante años, y ahora la tendrá que reducir durante un par de años como mínimo".
- Artur Mas (CiU): "Se están destruyendo 250 puestos de trabajo a diario y ustedes hasta hace pocos meses decían que el paro no subiría".
- Joan Puigcercós (ERC): "El Gobierno debe sentarse a hablar con los bancos y las cajas para buscar soluciones a las familias que no pueden pagar las hipotecas".
- Daniel Sirera (PP): "Se perderá más en la crisis de lo que se puede ganar con la nueva financiación".
- Daniel Pi (ICV): "El coste de la crisis no debe pagarse en términos de ruptura de la cohesión social".
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