La Semana Negra de Gijón vuelve al mar

"Bajo las carpas está la arena", ha dicho el escritor asturmexicano Paco Ignacio Taibo, director de la Semana Negra de Gijón. No es un tributo al 40º aniversario del Mayo parisiense y sus consignas, sino una constatación. La Semana Negra gijonesa, el certamen que naciera como homenaje a la novela policiaca, y que hoy aglutina este género acompañado del histórico y el de ciencia-ficción, la poesía, el cómic, el fotoperiodismo y la música, entre atracciones de feria, mercadillos y muchos bares, ha modificado por cuarta vez su emplazamiento en la ciudad y ha levantado sus reales en la playa de Poniente, no muy lejos de los astilleros donde tuviera una de sus primeras sedes hace veintiuna ediciones.

Un centenar de escritores han comprometido su asistencia a esta "semana" de diez días (se clausurará el día 20), en la que se combinarán las presentaciones de libros con debates, recitales, exposiciones, conciertos, proyecciones cinematográficas y producciones audiovisuales..., y con el espíritu y jolgorio consustanciales a lo que es ya una de las romerías veraniegas de más éxito en el calendario festero asturiano. "Hemos logrado aunar popularidad con vanguardia", asegura Taibo, responsable máximo del evento.

Una voz que pervive

George R. R. Martín, creador de Canción de hielo y fuego, y, según Taibo, "la figura mayor de la literatura fantástica hoy en el mundo", es uno de los autores estrella de este año. El novelista argentino Juan Sasturain; los españoles José Carlos Somoza, Fernando Marías, Juana Salabert y Juan Ramón Biedma; la mexicana Sanjuana Martínez; el colombiano Mario Mendoza; el norteamericano David Hall, y el británico Mike Carey son otros de los escritores que desvelarán las claves ocultas de sus obras.

A los premios literarios ya habituales del género negro e histórico (Hammett, Walsh, Memorial Silverio Cañada y Espartaco) se suma este año un nuevo galardón, el Celisius 232, para la mejor novela de ciencia-ficción de un autor hispanoparlante publicada el año anterior.

Seguirá muy presente en las carpas del recinto el desaparecido poeta asturiano Ángel González, quien, junto a Joaquín Sabina, convirtió sus recitales en la Semana Negra en acontecimientos multitudinarios. Una velada mantendrá viva su voz y su palabra.