_
_
_
_

El campus de Alcoi, en la carrera de los biocombustibles

Ignacio Zafra

Lo importante no es la velocidad, lo importante es el consumo. La Escuela Politécnica Superior de Alcoi ha alcanzado, en esa línea, el segundo puesto en la competición de prototipos de automóviles celebrada la semana pasada en la ciudad inglesa de Corby, dentro de la categoría de bioetanol. El coche de la escuela (que pertenece a la Politécnica de Valencia) logró recorrer el equivalente a 633 kilómetros por litro de combustible.

El equivalente porque en realidad el prototipo recorrió 17 kilómetros (las siete vueltas reglamentarias al circuito ovalado de Rockingham) gastando 37 mililitros de etanol puro (de los 100 mililitros de capacidad que tenía su depósito). Y a ese consumo, la organización de la carrera (la Shell eco-marathon, que patrocina el gigante petrolero anglo-holandés), aplicó después correcciones tomando como referencia el poder calorífico de la gasolina 95 (que es superior al del bioetanol).

El Plisplayet, que es como se llama el coche de Alcoi, compitió en la carrera de Reino Unido mientras que Taronjet, el prototipo del campus de Vera de la misma universidad, lo hizo a finales de mayo en la edición de 2008 de Nogaro (Francia), donde quedó segundo en la categoría de diésel (recorriendo el equivalente a 1.100 kilómetros por litro). El récord en esa categoría lo marcó el instituto francés de Valenciennes, que hizo lo que vendrían a ser 1.768 kilómetros.

La carrera pretende (además de evidentes réditos de imagen) fomentar el diseño de vehículos más sostenibles (por el bajo consumo, o por la utilización de combustibles alternativos) entre los estudiantes universitarios y de enseñanzas profesionales (la FP). Son estos últimos (en su mayoría, franceses) los que año tras año imponen su ley en la edición europea (el ganador absoluto en Nogaro fue el Liceo de La Joliverie, que recorrió nada menos que el equivalente a 3.382 kilómetros por litro de gasolina).

Una decena de alumnos y varios profesores de la Politécnica de Alcoi, coordinados por Vicente Carbonell, del departamento de Ingeniería Mecánica, diseñaron el Plisplayet. Un vehículo cuya carrocería está fabricada en fibra de carbono, que lleva un motor de 25 centímetros cúbicos y que alcanza, en llano, poco más de 30 kilómetros por hora. Teniendo en cuenta todo eso, los pilotos deben tener unas características muy definidas: pesar poco (unos 50 kilos) y medir poco (sobre un metro y medio), lo que, en general, implica poner al volante a una estudiante de ingeniería (el caso de Alcoi).

En Valencia hay una planta que suministra bioetanol (al 85%). La factoría de Ford en Almussafes fabrica vehículos flexifuel, capaces de funcionar con gasolina o con etanol.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_