El suelo de Marte serviría para cultivar espárragos
El análisis muestra que es alcalino
Los primeros análisis de la composición del suelo alrededor de la sonda espacial Phoenix han mostrado que se trata de un medio alcalino. "Probablemente se podrían cultivar espárragos muy bien allí, pero fresas no [crecen en suelo ácido]", ha declarado Samuel Kounaves, responsable de análisis de la Phoenix. "Es el tipo de suelo que uno tiene en el jardín de casa". El terreno que ha encontrado la sonda, dice la NASA, es parecido a los desiertos helados de la Antártida.
Un nivel de acidez de 8 y 9, es decir, un suelo alcalino, y trazas de elementos como magnesio, sodio o potasio son los resultados "aún preliminares", advierten los científicos, de este primer análisis, informa Reuters. Pero hacen pensar a los responsables de la misión que en esa zona de Marte hay nutrientes básicos para soportar alguna forma vida. El sistema de análisis no es capaz de identificar compuestos orgánicos.
Lástima que la superficie de Marte, además de seca y fría, esté bombardeada por radiación ultravioleta que la esteriliza. Por ello, los más optimistas especulan con la posibilidad de que hubiera vida en el pasado en el planeta o, en todo caso, que pudiera haber microbios ahora, pero tendrían que vivir enterrados, "metros y metros bajo tierra", advirtió Kounaves. De cualquier forma, habrá que esperar para tener una respuesta, porque la misión Phoenix no está diseñada para encontrar algún rastro de vida, sino averiguar si se dan o se dieron allí condiciones de habitabilidad.
El análisis de la composición del suelo se ha hecho en el llamado laboratorio de química húmeda de la nave, un dispositivo que mezcla un gramo de suelo y lo mezcla con un poquito de agua (llevada desde la Tierra). Es algo parecido al análisis que uno puede hacer con el terreno de su huerto para determinar el pH. La muestra en este caso fue tomada a una profundidad de unos dos centímetros con el brazo articulado de la Phoenix, en el ártico marciano.
Otro de los minilaboratorios que lleva la sonda ha calentado una muestra hasta mil grados centígrados y los científicos han identificado en los datos un poquito de vapor de agua. Pero han advertido que seguramente procede de los minerales fundidos en el experimento, que contendrían algún enlace químico de agua, no que se trate de hielo de agua directamente tomado en la zona.
Hasta ahora, la evidencia que tienen de que haya agua donde está la Phoenix son una serie de fotografías (hechas públicas la semana pasada) que mostraban que habían desaparecido en cuatro días unos grumos blancos en una de las primeras zanjas excavadas por la pala de la sonda. Los científicos deducen que tuvo que ser hielo de agua evaporado al estar expuesto al Sol, y no dióxido de carbono congelado, porque la temperatura allí es demasiado alta para que el CO
2 aguante helado ni un día.
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