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Garmendia promete a los científicos más sueldo y menos burocracia

Una nueva ley de la Ciencia facilitará el fichaje de 'cerebros' y la movilidad

J. A. Aunión

La mayor asociación española de jóvenes investigadores lleva la palabra "precario" en su nombre, por la falta de estabilidad laboral y por los sueldos mileuristas que cobran. Así, una de las primeras medidas del nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación será aumentar esos sueldos en los próximos cuatro años hasta llegar a los 1.400 euros al mes para las becas (los dos primeros años antes del doctorado) y 1.700 para los contratos (a partir del tercer año). Ahora ese dinero, de media, son algo más de 1.200 euros al mes, asegura el ministerio en un cálculo quizá optimista (hay muchas diferencias entre comunidades autónomas o universidades).

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Esta es una las medidas más concretas que señaló ayer la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, en su primera comparecencia en el Congreso de los Diputados. La idea es hacer la carrera investigadora más atractiva y aumentar las vocaciones científicas. Se quiere aumentar en 50.000 el número de investigadores hasta 2015. Entre ellos se quiere atraer a cerebros de todo el mundo con programas como el nuevo Severo Ochoa (para atraer investigadores de prestigio mundial, parecido al Ramón y Cajal perocon "incorporación estable").

Esos objetivos también requieren un nuevo marco legal, aseguró la ministra, que anunció una nueva Ley de la Ciencia que sustituirá a la actual, de 1986, y se adaptará a los nuevos tiempos (la centralidad del conocimiento en la economía o las transferencias a las comunidades autónomas, por ejemplo). El proyecto llegará al Congreso en el primer semestre de 2009, se buscará un gran pacto y la norma modificará otras cuatro leyes. Se trata de la de Subvenciones, para rebajar la burocracia; la de Incompatibilidades, para los que los profesores se puedan mover fácilmente entre el sector privado y el público; la de Mecenazgo, para favorecer que más dinero vaya a la I+D+i; y la de Extranjería, para facilitar la llegada de investigadores.

Entre las medidas anunciadas por el nuevo ministerio, muchas suenan a la anterior legislatura (alcanzar el 1,5% del PIB en inversión para las Universidades, la Agencia de Financiación, Evaluación y Prospectiva de la Investigación, o la revisión de la financiación universitaria), y otras tienen que ver con terminar de implantar la reforma europea de las universidades. Pero también hubo un firme compromiso en torno a las becas: aumentar un 30% el número de becarios universitarios en esta legislatura (el curso pasado eran 194.600) y un 10% este año en ayudas de movilidad.

La ministra defendió el nuevo esquema del ministerio y la reforma europea (los grados sustituirán a licenciaturas y diplomaturas). Una reforma que sigue produciendo recelos y, en las últimas semanas, también críticas por el proceso de verificación de los primeros 200 títulos europeos que las universidades han presentado para el año que viene. Finalmente, serán 162 los que se podrán estudiar el próximo curso, tras el proceso de reclamación en el que la Agencia de Calidad (Aneca) ha aceptado los planes de estudio de 22 de los 60 títulos que en un principio había tirado para atrás.

La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia.
La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia.EFE

Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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