La tripulación del 'Playa de Bakio' declara al juez que no vio pagar el rescate

"Que hablen los que tengan que hablar". Esta frase pronunciada ayer por uno de los presentes en el Palacio de Justicia de Bilbao resume bien la situación. Los cinco marineros vascos del Playa de Bakio declararon como perjudicados ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, quien acudió a la capital vizcaína para la ocasión. Y mantuvieron su pacto de silencio en torno al pago del rescate en el secuestro de seis días que sufrió el atunero a manos de piratas, en aguas internacionales frente a la costa de Somalia.

Los arrantzales [en euskera, marineros] sólo hablaron de lo que ellos vieron directamente. Así, respondieron que ninguno de ellos presenció el reparto a bordo de los 1,2 millones de dólares (783.000 euros) pagados por la empresa armadora, Pevasa, que el CNI se encargó de llevar hasta Somalia. Al hablar con los medios, reiteraron lo mismo: "No sabemos nada". También declaró ante el juez Borja Soroa, director de Pevasa, quien declinó hablar del rescate, valoró como "un paso adelante" la resolución de la ONU que autoriza la persecución de los piratas en aguas somalíes y pidió que se den más pasos en ese sentido.

Con sus preguntas, Andreu ha intentado reconstruir con detalles el infierno vivido por ellos y los demás 21 tripulantes. El magistrado incidió mucho en el aspecto y perfil de los secuestradores: ¿Tenían adiestramiento militar? ¿Había británicos o gente blanca entre ellos? ¿Algunos parecían menores? Las respuestas reiteraron una vez más el ya conocido: somalíes, famélicos, bien armados, con gente de diverso rango entre ellos. El juez se desplazará a Vigo el próximo 20 de junio, donde tomará declaración a los ocho marineros gallegos.

Fuentes de Pevasa confirmaron que no han podido incrementar las medidas de seguridad para su flota atunera ante la próxima temporada de pesca en el Índico y mostraron su preocupación ante la posibilidad de que vuelva a ocurrir algo parecido: "Podríamos ir con gente armada como las flotas asiáticas, pero eso no es ninguna solución. Hace falta una respuesta militar internacional al problema".