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Nepal se declara república federal después de 240 años de monarquía

Miles de personas celebran en Katmandú la proclamación del Estado laico

Nepal dejó ayer de ser la única monarquía hindú del mundo para convertirse en una república democrática, laica y federal. Fue la culminación del proceso de paz iniciado en 2005, que permitió a la guerrilla maoísta entregar las armas y convertirse en el principal actor de este país, uno de los más pobres de Asia, situado en plena cordillera del Himalaya.

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Miles de personas, desoyeron la prohibición de manifestarse emitida por el Gobierno el martes y celebraron en las calles de Katmandú el fin un rey particularmente odiado. Gyanendra ascendió al trono en 2001 después de una oscura matanza palaciega, orquestada supuestamente por el príncipe heredero Dipendra, quien se suicidó después de matar a su padre, el popular rey Birendra, su madre, hermanos y otros tres familiares. La destitución de Gyanendra pone fin a 240 años de monarquía.

La Asamblea Constituyente, electa en abril pasado, celebró ya entrada la noche en Nepal, su primera sesión en la que votó a favor de la propuesta de abolición del reino, presentada por el ministro del Interior Krishna Prasad a los 601 miembros, de los que 220 son maoístas. Sólo los cuatro diputados de un pequeño partido monárquico votaron en contra.

Gyanendra, venerado por los realistas como un dios hindú, tiene 15 días para abandonar el palacio de Narayanhiti, situado en el centro de Katmandú, que se abrirá inmediatamente al público como museo. Gyanendra y su familia se han convertido en ciudadanos de a pie, obligados a respetar las leyes nepalíes y a pagar impuestos.

"Éste es el día en que mi sueño se ha cumplido", dijo al inicio de la sesión el aún primer ministro nepalí, Girija Prasad Koirala. Este veterano político de 84 años y líder del Partido del Congreso, la segunda fuerza política del Techo del Mundo, encabeza un Gobierno de coalición de siete partidos en el que también están representados los maoístas. La Asamblea Constituyente, que actúa como Parlamento, elegirá ahora un nuevo Gobierno.

Tres artefactos explosivos caseros fueron lanzados por supuestos simpatizantes monárquicos en las cercanías del edificio en que horas más tarde debían reunirse los miembros de la Asamblea Constituyente para proclamar la república. Según la página web de la cadena de televisión Kantipur no hubo heridos.

Gyanendra se ganó a pulso el odio de la mayoría de sus súbditos desde las primeras horas de su reinado, ya que se negó a dar explicaciones sobre las teorías conspirativas que le acusaban de estar detrás de la matanza de su hermano Birendra y toda su familia. Su única respuesta fue la represión, lo que dio alas a la guerrilla maoísta que desde 1996 luchaba contra la monarquía. Su primera gran medida de fuerza fue la declaración del estado de emergencia en noviembre de 2001 para poner fin a los enfrentamientos entre la guerrilla y el Ejército. A partir de entonces, todo fue de mal en peor. Gyanendra destituyó el Parlamento y el Gobierno, se dotó de los poderes absolutos -a los que había renunciado su hermano en 1990- y encarceló a políticos y defensores de los derechos humanos.

Gyanendra flexibilizó su puño de hierro en los primeros meses de 2003, lo que permitió al nuevo Gobierno iniciar conversaciones de paz con los maoístas. Pero en 2005 volvió a las andadas absolutistas, lo que desató una revuelta generalizada que le obligó, ante el peligro que corría su propia persona, a levantar el estado de excepción, aceptar los partidos políticos y finalmente devolver, en abril de 2006, el poder al pueblo.

Mientras tanto, la guerrilla, cuya lucha y enfrentamientos con el Ejército habían causado 13.000 muertos, declaró un alto el fuego e inició conversaciones de paz con los partidos. Su líder y fundador del Partido Comunista de Nepal-Maoísta (CPN-M), Pushpa Kamal Dahal, alias Prachanda, aspira a ser el primer jefe de Gabinete de la república de Nepal.

Manifestantes con banderas comunistas celebran en las calles de Katmandú la abolición de la monarquía en Nepal.
Manifestantes con banderas comunistas celebran en las calles de Katmandú la abolición de la monarquía en Nepal.ASSOCIATED PRESS

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