Degollado un hombre dentro de su bar en Triana

Un hombre de nacionalidad china falleció en la madrugada del domingo en Sevilla tras ser apuñalado en el cuello cuando se disponía a cerrar el bar que regentaba en el barrio de Triana. Agentes del Cuerpo Nacional de la Policía hallaron su cadáver a primera hora de la mañana de ayer en los servicios del establecimiento, después de ser alertados por la esposa de la víctima, que se extrañó de que su marido, de 33 años, no hubiera vuelto del trabajo. Las primeras hipótesis de la investigación apuntan al móvil del robo o a un ajuste de cuentas.

Según contó a los agentes la mujer, de origen rumano, su marido le llamó alrededor de las 12 de la noche del sábado para decirle que ya estaba cerrando el bar e iría para casa. Algunos vecinos pasaron por el establecimiento, la cafetería La Pará, en la calle Rafael Belmonte, alrededor de la una de la mañana y vieron la puerta cerrada, pero la persiana levantada y luz dentro.

Igual se lo encontró la esposa del dueño cuando, pasadas las 8 de ayer, acudió al bar extrañada de la ausencia de su marido. Había luz dentro, algunas mesas fuera y desde la puerta se apreciaba cierto desorden en el interior. La mujer, que regentaba el bar junto a su marido, llamó al 112 sobre las 8.20 al temer que algo había pasado. Al bar se desplazaron agentes de la policía y de bomberos, que abrieron la puerta del establecimeinto, ya que la mujer no tenía la llave. Una vez dentro, encontraron a la víctima degollada en el interior de los servicios.

A las 9.12 la policía llamó de nuevo al 112 para pedir la presencia de un médico, que confirmó la muerte del dueño del bar. El juez ordenó el levantamiento del cadáver al mediodía de ayer y agentes de la Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación, estuvieron trabajando en el local para tratar de reunir pistas que ayuden al esclarecimiento de los hechos.

Fuentes policiales informaron de que los primeros indicios de la investigación hacen pensar en que el móvil del crimen fuera un robo, ya que la caja registradora estaba abierta y faltaban algunos objetos del bar. La policía no descarta tampoco que el hombre hubiera sido víctima de un ajuste de cuentas.