Los constructores auguran 75.000 parados más en el sector a fin de año

La crisis del ladrillo puede dejar en el paro en Andalucía a 75.000 obreros a final de año, sobre un total de 500.000 empleados que ha venido ocupando el sector en los últimos meses. El aviso lo lanzó ayer la Federación Andaluza de Constructores y Promotores (Fadeco), que advirtió incluso de que esta situación va a derivar en un "problema social" puesto que muchos de los que se irán al paro serán trabajadores inmigrantes, "que tienen menos agarres a los que poderse sustentar en un momento de paro".

"Si cae la construcción, a Andalucía le va a doler la cabeza"

"Si cae la construcción a Andalucía le va a doler la cabeza, porque no tenemos sectores sustitutivos", señaló ayer en Jaén el secretario general de Fadeco, Emilio Corbacho, durante la apertura del Salón Inmobiliario y de la Construcción que, hasta el próximo domingo, reúne en el recinto de la Institución Ferial a 80 expositores.

El salón se convierte también en foro de debate de la situación del sector inmobiliario en Andalucía, calificada por los constructores como de "crisis profunda". Para Corbacho, este año será "muy malo" para el sector, el próximo será "menos malo" y hasta 2010 no esperan "ver la luz al final del túnel".

Los constructores culpan en parte de esta situación al "endurecimiento" de las entidades financieras a la hora de conceder los créditos hipotecarios. Muchas entidades exigen ahora tener vendidas la mayor parte de las viviendas antes de otorgar los préstamos, una situación que Fadeco considera que está llevando a muchas empresas a presentar suspensiones de pagos y regulaciones de empleo. "Son empresas que tienen mercado, pero les falta el oxígeno necesario", indicó Corbacho, que pidió a la Junta de Andalucía que intermedie con las entidades de ahorro, también firmantes del Pacto Andaluz de la Vivienda.

A la hora de buscar las causas de esta recesión en la construcción, el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Jaén, Diego Galiano, admitió que el mercado "ha estado sobrevalorado en más de un 30%", lo que ha dado lugar a un stock de unas 90.000 viviendas sin vender en Andalucía, 4.000 de ellas en Jaén. Por eso los promotores y constructores agudizan la imaginación para intentar dar salida a sus promociones. El grupo Viera, por ejemplo, sortea durante todos los días que va a durar el Salón Inmobiliario de Jaén una entrada de piso por un valor mínimo de 17.740 euros. Otras firmas, como es el caso del grupo Dichaza, proponen descuentos de hasta 30.000 euros en sus viviendas de gama alta. Sus responsables admitieron que las ventas han caído un 80% en los últimos meses.

Así las cosas, las esperanzas de los constructores se centran ahora en la oferta lanzada por el Gobierno andaluz para transformar en vivienda protegida buena parte del parque inmobiliario que hay en stock en la comunidad. Una medida sobre la que se ha iniciado su estudio y que está a la espera de cuantificar el número y la ubicación de las viviendas que podrían ser objeto de reclasificación.

Entre los detractores de esta iniciativa se encuentra el concejal de la Vivienda de Jaén, José Luis Cano (IU). "No es lógico que la Junta acuda ahora en socorro de quienes han especulado con la vivienda en los últimos años, no se puede ahora ayudarles con dinero público", señaló Cano.