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Los Mossos investigan una muerte por un fármaco mal etiquetado

Donde debía poner manganeso alguien escribió magnesio. Con el error, un producto utilizado como purgante y que se vende sin receta bajo la etiqueta "sulfato de magnesio anhidro" contiene en realidad sulfato de manganeso. A raíz de la confusión, se ha abierto una investigación para aclarar si el producto mal etiquetado pudo causar la muerte de un tarrasense de 50 años que fue incinerado ayer. La familia del fallecido denunció los hechos y al menos otras siete personas resultaron intoxicadas, según adelantó el Diari de Terrassa. El Departamento de Salud, que busca desde el lunes las etiquetas erróneas para inmovilizarlas, solicitó que quien haya adquirido un producto similar descarte su ingestión y llame al teléfono 902 111 444.

El sulfato de manganeso es una sustancia tóxica que a dosis elevadas puede causar náuseas, vómitos y graves irritaciones intestinales. Los compuestos de este producto suelen utilizarse como agente desecante en pinturas o barnices y como decolorantes en la fabricación de vidrio. "Su consumo puede ser grave", explicó un portavoz del Departamento de Salud. "Sobre todo porque está etiquetado como si fuera una sustancia inocua. Y cada sobre implica una gran concentración de manganeso".

El elemento que consta en la etiqueta, el sulfato de magnesio, también es conocido como sal de Epson. Se utiliza para tratar dolores musculares y, en mayores dosis, como laxante. Para este empleo lo solicitó la botica Coliseum de Barcelona a la distribuidora Genox Farma. Ésta envió manganeso a la farmacia, que lo envasó como si fuera la materia prima que había pedido: sulfato de magnesio. La Generalitat ha abierto una investigación para esclarecer qué pudo motivar el error.

Producto sin rastro

El riesgo de intoxicación es pequeño: la farmacia elaboró el producto de forma artesanal y apenas distribuyó unos 90 envases. Pero este mismo proceso dificulta inmovilizar la sustancia tóxica. "Si la producción fuese industrial, se haría rápidamente", explicó una portavoz del Departamento de Salud. Pero los sobres no tienen lote ni están registrados. No hay rastro. "Por eso es necesario alertar a todo el que tenga un producto similar", concluye la Generalitat, que solicitó la lista de farmacias que han distribuido el producto. Inspectores sanitarios inmovilizaron ayer envases en varias farmacias de Sant Cugat, Sabadell y Terrassa.

En esta última localidad se produjeron las primeras intoxicaciones. Asistentes a un centro de yoga adquirieron lo que pensaban que era sulfato de magnesio para "hacer una limpieza de hígado", según explicó la monitora del centro. Ésta solicitó el producto a la farmacia de Barcelona, pero el purgante resultó ser tóxico.

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Tras la intoxicación, la monitora avisó a la botica, que contactó con Salud. Cuatro de los afectados seguían ayer ingresados en el hospital Mutua de Terrassa con pronóstico reservado.

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