Vuelven las cacerolas contra el Gobierno argentino
Anoche Buenos Aires se cubrió de un sonido que no se escuchaba desde la catástrofe institucional de 2001, cuando el presidente Fernando de la Rúa tuvo que huir en helicóptero de la Casa Rosada. Miles de personas se lanzaron a las calles de la ciudad con cacerolas y cucharas para protestar contra la presidenta Cristina Fernández, que poco antes se había dirigido a la nación por televisión para explicar la posición de su Gobierno respecto a la huelga del sector agrario que ya ha provocado desabastecimiento en los mercados de la capital argentina. Fernández tachó de extorsionadores a los huelguistas y aseguró que el suyo es el paro "de la abundancia".
Las palabras de la presidenta fueron como una chispa en un barril de pólvora y casi de inmediato, y de manera espontánea, millares de personas en diferentes barrios de la ciudad se echaron a las calles y cortaron algunas avenidas. Los automovilistas hacían tocar sus bocinas y la misma plaza de Mayo fue escenario de concentraciones contra Fernández. La masiva protesta se repitió en ciudades a lo largo de todo el país.
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