Bruselas hace suya la Unión por el Mediterráneo

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron ayer revitalizar el anémico Proceso de Barcelona, que desde 1995 busca el acercamiento y colaboración entre la UE y los países de la cuenca sur del Mediterráneo. Para ello encargaron a la Comisión que prepare en cuatro meses las necesarias propuestas de lo que en su nuevo avatar pasará a llamarse oficialmente Proceso de Barcelona: Unión por el Mediterráneo. La complicación del nombre es lo único claro de todo el ejercicio, más allá de la aparente voluntad política de hacer algo práctico. Nicolas Sarkozy, muñidor inicial de una idea muchísimo más agresiva y ahora desechada, se mordió el orgullo y cantó victoria. Lo mismo que Angela Merkel, efectiva al 100% en su intento de reconducir las desmedidas energías del presidente francés. Por parte española, José Luis Rodríguez Zapatero se manifestó "muy satisfecho" con lo logrado.

"El Proceso de Barcelona no ha funcionado; si hubiese funcionado lo hubiéramos sabido", mantiene un Sarkozy que hizo saltar todas las alarmas comunitarias, con Alemania a la cabeza, cuando pretendió secuestrar en beneficio francés la relación entre Europa y el Mediterráneo y crear un polo autónomo sólo para ribereños. A Merkel no le inquietó tanto que la ocurrencia estuviera relacionada con el Mediterráneo como que Sarkozy se lanzara a la palestra con un plan implícito de dividir a Europa, con el sur tutelado desde París y el centro y el este, bajo el paraguas germano.

El choque de voluntades entre Berlín y París, con Madrid y Roma empujando junto a Merkel, quedó reflejado ayer en un escueto acuerdo de mínimos. "El Consejo Europeo aprobó el principio de una Unión por el Mediterráneo que incluirá a todos los Estados de la UE y a los costeros mediterráneos que no pertenecen a la UE", dicen los líderes de los Veintisiete. "Se invita a la Comisión a presentar al Consejo las necesarias propuestas para definir las modalidades de lo que será llamado 'Proceso de Barcelona: Unión por el Mediterráneo' con vistas a la cumbre que se celebrará en París el 13 de julio de 2008".

Un documento interno de la Comisión revela que "la mayoría de los proyecto sugeridos se refieren a campos que ya están total o parcialmente abordados" por el Proceso de Barcelona o la Política de Vecindad de la UE. "Vamos a estar muy activos en la conformación de la Unión por el Mediterráneo", aseguró Zapatero.