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WASHINGTON | Cambio en Cuba

EE UU quiere una transición controlada hacia la democracia

La Casa Blanca no prevé levantar el embargo a la isla

Antonio Caño

Estados Unidos confía en que la renuncia de Fidel Castro a algunos de los principales cargos que ostentaba en Cuba sea el comienzo de una transición hacia la democracia, que este país no tiene intención de precipitar, por el miedo a un caos dentro de la isla, pero a la que tampoco está dispuesto a renunciar en aras de la normalización de las relaciones.

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Durante su periplo por África, el presidente George Bush expresó ayer su esperanza de que el último paso dado por Castro sea, en efecto, un paso hacia "la celebración de elecciones justas y libres". "Y quiero decir justas y libres", advirtió, "no el tipo de elecciones que los hermanos Castro pueden intentar para hacerlas pasar por democracia".

En Washington, el número dos del Departamento de Estado, John Negroponte, añadió que, por el momento, no ve perspectivas del levantamiento del embargo económico que EE UU mantiene sobre la isla desde el comienzo de la revolución cubana.

Washington lleva ejerciendo durante años una política invariable hacia Cuba: una combinación de presión económica, por medio del embargo, y de espera pasiva a que el régimen de Castro se desmorone por sí solo. Ni se pone en duda oficialmente el embargo ni se contemplan opciones más agresivas para acelerar los cambios.

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Así ha sido en anteriores Administraciones demócratas y ha continuado siéndolo durante un periodo tan ambicioso en cuanto a política exterior como el de la presente Administración.

A finales del año pasado, en el último pronunciamiento formal sobre Cuba, Bush ya descartó toda ilusión de que su Gobierno se aviniera con una fórmula de democracia parcial en Cuba, una especie de cambio dentro del sistema o de solución siguiendo el modelo de China. Bush dejó claro que sólo le valdrían pasos claros en la dirección correcta, como la liberación de los presos políticos, la legalización de partidos políticos o la convocatoria de elecciones libres.

Al tiempo, varios altos funcionarios norteamericanos han hecho llegar a La Habana en los últimos meses mensajes claros de que EE UU estaría dispuesto a un diálogo con las autoridades si éstas hicieran gestos visibles de conciliación. Ayer, Bush animó también a la comunidad internacional a "trabajar junto al pueblo cubano para empezar a construir las instituciones que son necesarias en una democracia".

Todas las iniciativas posibles se ven en estos momentos afectadas por las circunstancias de una intensa campaña de con vistas a las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre. Los tres candidatos aún en la carrera electoral están a favor de una transición pacífica hacia la democracia en Cuba, pero con diferentes matices. Barack Obama dijo ayer que "el futuro de Cuba debe de estar en manos del pueblo y no de un sucesor antidemocrático". Obama pidió la liberación de los presos políticos.

El casi seguro candidato presidencial republicano, John McCain, pidió presión internacional para que las autoridades de Cuba hagan los cambios que tienen que hacer y aseguró que la democratización de la isla "es ahora sólo cuestión de cuándo".

Hillary Clinton declaró que esta era una gran oportunidad para iniciar en Cuba el proceso tan largamente esperado y se dirigió a "los nuevos líderes" de la isla para pedirles que "den los pasos que conduzcan al país hacia la democracia".

Es difícil anticipar a qué velocidad evolucionarán los acontecimientos como para saber si será el actual presidente o su sucesor quien tenga que decidir una nueva política hacia Cuba. Aquí se prefiere un ritmo lento de evolución.

La peor pesadilla para EE UU es un escenario de desorden en Cuba que expulse de la isla a miles de refugiados con rumbo a las costas de Florida.

El presidente de Estados Unidos pidió la celebración de "elecciones libres y justas" en la islaVídeo: ATLAS

19 meses de convalecencia

- Primeros síntomas. Castro sufre antes del verano de 2006 una severa inflamación del intestino grueso denominada diverticulitis. Se trata de bolsas anómalas en el intestino inflamadas que pueden llegar a infectarse y sangrar.- Último discurso. El 26 de julio de 2006 aparece por última vez en una tribuna. Por primera vez delega provisionalmente el poder en su hermano Raúl.- Prohibido informar. En septiembre, Castro declara su enfermedad secreto de Estado. Las operaciones médicas cicatrizaron mal y se agravó su situación.- Transparencia. Castro levanta el pasado mayo la prohibición para hablar de su enfermedad y escribe en un artículo que se sometió a varias intervenciones y durante meses fue alimentado por vía intravenosa.

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