La 'licenciatura fantasma' de la Universidad Católica
El informe del Colegio de Médicos de Valencia atribuye erróneamente a la Universidad Católica de Valencia la licenciatura de Medicina. En la página 14 se lee: "Con las últimas recomendaciones del Ministerio de Educación y Ciencia el número global de plazas ofertadas para el curso 2007-2008 es de 475 (300, 115 y 60 plazas respectivamente)" que corresponden, según el colegio, a la Universitat de València, a la Miguel Hernández de Elche y a la Católica San Vicente Mártir. Esta última, propiedad del Arzobispado de Valencia, no oferta, sin embargo, Medicina, sino un curso propio, llamado Introducción a la Salud, que no tiene valor oficial ni proporciona competencias profesionales a sus 60 alumnos.
El Ministerio de Educación se negó el año pasado a homologar los estudios de Medicina a la Católica (algo inviable, puesto que todas las homologaciones estaban suspendidas por decreto debido a la reforma del sistema universitario español) a pesar de las presiones ejercidas por el centro privado que preside el arzobispo Agustín García-Gasco (que ocupa el cargo de Gran Canciller de la universidad) y por el Gobierno de Francisco Camps. El error del informe del colegio puede ser casual. Su presidente, Vicente Alapont, fue, sin embargo, uno de los que apoyaron la campaña de la Católica durante el pulso que sostuvo con el ministerio. Y que el centro privado acabó abandonando.
La polémica en torno a Medicina tuvo su causa en la prisa de la universidad (y del Consell, que se saltó su normativa para acelerar la concesión de la facultad a la Católica) para poner en marcha la carrera. El equipo rectoral sabía entonces que a principios de este año, una vez terminada la moratoria, podría pedir al Gobierno la homologación del título y del plan de estudios adaptados al nuevo modelo de títulos europeo para ofertarlas en los cursos siguientes, tal y como ha hecho.
Otras facultades
De todas formas, el autor del estudio colegial, José Baeza, afirmó ayer que aunque la Católica impartiera finalmente Medicina y duplicara, como ha asegurado, el número de estudiantes por curso hasta los 120, "aún faltarían 100 licenciados más para cubrir la oferta". Y mencionó la posibilidad de abrir la carrera también en la Universidad Jaume I de Castellón.
No obstante, matizó que el problema es mucho más complejo y no se puede centrar solo en la formación. El peligro del éxodo de médicos sigue siendo importante: "Se deben tomar medidas globales, porque de nada sirve tener muchos estudiantes si una vez formados muchos de ellos se van fuera a trabajar".
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