Son pocos, son valientes
Algo se está gestando en el subsuelo del cine español. Un tipo sobrio y valiente que acaba de ganar un Goya con una película a contracorriente sueña con formar un movimiento. Un movimiento en las antípodas del canon hollywoodiense, un movimiento íntegro, estéticamente disidente, de cineastas inquietos y audaces más pendientes del tempo de la película que del tempo de la taquilla.