Las siete diferencias
¿Por qué la Fed ha reducido los tipos de interés en 2,25 puntos en los últimos cinco meses mientras el BCE los mantiene estables? Recapitulamos a continuación algunas de las hipótesis:
1. Los fundamentos de sus economías son diferentes: mientras los signos de deterioro en Estados Unidos son claros, Europa parece que puede experimentar una desaceleración moderada. Si el panorama inflacionista es coherente con este diagnóstico, las presiones de precios serían también mayores en Europa.
2. La situación del sistema bancario también es distinta: los problemas del segmento de hipotecas de alto riesgo han afectado de manera mucho más intensa a los bancos estadounidenses.
3. La sensibilidad a los objetivos de estabilidad monetaria y estabilidad financiera difiere, con un mayor peso del primero en el caso europeo y del segundo en el caso americano.
Mientras los signos de deterioro en Estados Unidos son claros, Europa parece que puede experimentar una desa celeración moderada
4. La sensibilidad a los propios objetivos de la política monetaria es distinta: la Fed no sólo responde a los objetivos de inflación, sino también a los de crecimiento o desempleo, en tanto que el BCE se preocupa mucho más de la inflación.
5. En Estados Unidos, el peor riesgo para la Fed es repetir los errores de la crisis de 1929. Existe un miedo atávico a que una política monetaria demasiado estricta agrave un pánico bursátil e induzca una depresión.
6. La política monetaria norteamericana tiene un enfoque global, mientras que la del BCE es mucho más local. La bajada de urgencia de 75 puntos básicos decidida por la Fed el 22 de enero fue en reacción al desplome de los mercados asiáticos y europeos del día anterior, mientras Wall Street estaba cerrado.
7. Según el enfoque de gestión del riesgo de la política monetaria, característico de la Fed, cuando los riesgos de catástrofe son significativos la política adecuada puede no ser la que apunta al escenario más probable, sino la que permite protegerse del impacto del escenario más perturbador. El BCE nunca ha formulado una política de este tipo.
Quizás una combinación de todos estos elementos explica la reacción dispar de ambos bancos centrales, pero el peso que se asigne a unos y otros es crucial para determinar su reacción en los próximos meses.
Santiago Fernández de Lis y Lorena Suárez son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (AFI).
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