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Sanidad recurrió a la deuda pública para pagar la última nómina de 2007

Se ordenó que no se renovara ningún contrato ni se invirtiera en equipos médicos

Oriol Güell

La Consejería de Sanidad terminó el año 2007 como la mayor parte de los ciudadanos: sin un euro a mano y endeudándose para hacer frente a los pagos que se le venían encima, en este caso la nómina de los 65.000 empleados de la sanidad pública madrileña, según fuentes de este departamento y documentos internos a los que ha tenido acceso EL PAÍS.

Las insuficiencias financieras de la consejería que mayor presupuesto tiene de la Comunidad de Madrid (6.500 millones de euros de los 18.100 que gastó la Administración regional en 2007) empezaron a notarse, según estas fuentes, a finales del mes de octubre. En esas fechas, los gerentes de los hospitales fueron reunidos para comunicarles que "había que recortar gastos en el tramo final del año porque las cuentas ya estaban muy ajustadas", según han confirmado dos responsables hospitalarios. "Las órdenes fueron que no se renovara ningún contrato eventual y se retrasaran hasta 2008 las inversiones en equipos médicos", añaden estos responsables.

"La política de recortes ha sido evidente", claman los sindicatos

Todo esto ocurría mientras las urgencias de la mayor parte de los hospitales madrileños se colapsaban y se acumulaban las quejas de pacientes, familiares y del propio personal sanitario, que ponían de manifiesto las dificultades de atención por falta de medios humanos, espaciales y técnicos. Prueba de ello es también que la consejería sólo ha logrado aumentar la plantilla de pediatras en los 350 centros de salud de la región en dos profesionales (en total son 846) y aún quedan 18 plazas vacantes.

En la reunión citada y en contactos posteriores, la dirección general del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) pidió a los responsables de los centros de gasto -gerentes de hospitales, centros de salud y organismos afines, como la lavandería central- que calcularan el dinero que les iba a faltar para hacer frente a los pagos ineludibles, principalmente las nóminas de los trabajadores.

"Casi todos los pagos se pueden aplazar", explica un responsable hospitalario. "A los proveedores les puedes retrasar los pagos hasta 2008, cuando ya tienes los nuevos presupuestos. Las inversiones también se pueden dejar para más adelante y puedes ahorrar algo de dinero dejando de hacer contratos eventuales. Lo que no puedes retrasar de ninguna manera, claro, son las nóminas", añade este responsable.

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Sanidad tuvo que coordinar todos sus equilibrios financieros con la Consejería de Hacienda, que es el departamento que da el dinero y controla los gastos de las demás consejerías. Además, Hacienda es la única competente para emitir deuda pública.

El resultado de todo ello fue una nota interna de la directora general de Gestión de Recursos Humanos de Hacienda, fechada el 21 de noviembre, en las que "debido a insuficiencias presupuestarias en el capítulo 1 de gastos de personal" de varios hospitales ordenó "modificar el calendario inicialmente previsto [para tramitar los pagos] al objeto de conocer con antelación y exactitud suficientes el importe de dichas insuficiencias".

Paralelamente, y desde finales de octubre, Hacienda inició el procedimiento de emisión de deuda pública, según publicó el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) en esas fechas. El importe de deuda pública emitido por Hacienda fue de 91 millones de euros.

La emisión de deuda pública de una administración pública no es finalista, es decir, no se publicita el destino que tendrá el dinero, según recordó un portavoz de Hacienda. "Todas las administraciones, no sólo la Comunidad de Madrid, emiten todos los años deuda pública en los estrictos términos que establece la Ley General de Estabilidad Presupuestaria que permiten el cierre de cuentas del año sin que se pueda decir que ese dinero vaya a una consejería u a otra", aseguró. "Cualquier emisión se limita a cumplir el cierre de cuentas según la ley", añadió.

Un portavoz de Sanidad, por su parte, negó que hubiera un agujero en las cuentas de Sanidad que obligaran a emitir deuda pública y se remitió a Hacienda. "Se ha hecho frente a todos los pagos con normalidad, sin que ningún empleado haya sufrido el mínimo retraso", concluyó este portavoz.

Fuentes sindicales confirmaron que "obviamente, todos los hospitales han pagado al día, aunque la política de contención del gasto ha sido evidente en muchos hospitales, como fue evidente en diciembre con los problemas en urgencias y otros niveles de la atención sanitaria".

Más de la mitad de los madrileños, 3,2 millones de personas, tienen en su hospital de referencia un servicio de urgencias en los que las camas en los pasillos han sido institucionalizadas. Es lo habitual en cinco grandes hospitales -La Paz, Ramón y Cajal, Clínico, 12 de Octubre, Gregorio Marañón y Puerta de Hierro- y uno mediano -Móstoles-.

Fuentes cercanas al equipo del consejero Juan José Güemes confirmaron que "las órdenes a final de año fueron tres: recortar gastos, recortar gastos y recortar gastos". "Obviamente, Hacienda no emitió deuda a a posteriori para pagar un agujero en las nóminas, pero desde principios de otoño se sabía que había que emitir deuda porque no se llegaba a final de año en los hospitales", añadieron estas fuentes.

La deuda pública emitida ascendió a 91 millones de euros. Esta cantidad permite, aproximadamente, a la mitad de lo que el Sermas pagan en nóminas cada mes, sin contar las pagas extraordinarias. En total, el Sermas pagó en 2007 más de 2.600 millones de euros en salarios a sus más de 65.000 empleados.

Los 91 millones de euros emitidos en deuda son una cantidad muy parecida a los 100 que Sanidad pagó el año pasado a las empresas constructoras de los nuevos hospitales en concepto de alquiler. Estos pagos han sido muy criticados por la oposición y los sindicatos UGT y CC OO ya que tras el retraso de un año en la puesta en marcha de los nuevos centros, Sanidad ha pagado un alquiler por unos edificios que aún estaban en construcción.

Camas en los pasillos de urgencias del hospital La Paz.
Camas en los pasillos de urgencias del hospital La Paz.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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